Por Leonardo Parrini
El fantasma del narcotráfico
acecha al apellido Uribe. Según el
periodista Gonzalo Guillén, la DEA
afirmó que Dolly de Jesús Villa Cifuentes y Ana María Uribe Cifuentes, cuñada y
sobrina del ex presidente Álvaro Uribe, respectivamente, serían extraditadas en
los próximos días por ser "socias y aliadas estratégicas" de Joaquín
Archivaldo Guzmán Loera, alias "El Chapo Guzmán",
jefe del cartel mexicano de Sinaloa.
Una publicación reciente de El Heraldo
señala que a Dolly Villa Cifuentes “le fue aprobada una orden de extradición
por la Corte Suprema de Justicia de Colombia el 8 de febrero de 2012 pero fue suspendida en mayo pasado
por medio de una resolución del ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra”
Dolly Cifuentes Villa cuñada del ex presidente colombiano Álvaro Uribe y
su sobrina Ana María Uribe Cifuentes, fueron detenidas la semana anterior por
estar involucradas en presunto tráfico de cocaína. Las dos damas estarían vinculadas
con lavado de activos junto a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera. La DEA sostiene que Dolly Villa
Cifuentes y sus hermanos Alexander y Jorge Milton serían responsables del
envío de 30 toneladas de cocaína a los Estados Unidos durante los últimos 3
años, así como de “ser testaferros en Colombia de propiedades
del Cartel de Sinaloa, con quienes establecieron alianzas para manejar la ruta
de la droga por el Pacífico Colombo-ecuatoriano”.
¿Antecedentes de narco política?
Los registros de prensa relacionados
con la presunta vinculación del ex
presidente colombiano, Álvaro Uribe con actividades ilegales, son ya de vieja data. Uribe nacido en Medellín,
Colombia, fue alcalde de esa ciudad y llegó a la presidencia de su país, no sin
un controvertido proceso electoral en dos ocasiones. En su calidad de
gobernador de Antioquia estuvo envuelto en un proyecto llamado Convivir, el
cual suponía la creación de milicias comunitarias a cargo de grupos y
escuadrones de la muerte paramilitares.
Aun cuando Uribe rechazó siempre
la idea de dicha vinculación con grupos armados irregulares, en Colombia se dio
a conocer un video cuyas imágenes evidenciaban ese vínculo y en el que se
ve a Uribe de candidato conversando con
el comandante paramilitar Esteban, sobre quien pesa la acusación de ser responsable
de más ochenta asesinatos.
La asociación que la prensa colombiana
ha hecho en el pasado entre Uribe y el capo del narco tráfico Pablo Escobar, es
ya parte de una leyenda plagada de circunstancias que hablan de dicha relación.
Cuando las FARC asesinaron al padre de Uribe, éste recibió el apoyo de Escobar
a través del préstamo de un helicóptero de su propiedad, según una declaración
de Virginia Vallejo, ex amante de Pablo Escobar, a la cadena de televisión brasilera
Red Globo. En la misma entrevista Vallejo menciona que Escobar reconoce la
ayuda de Uribe, señalando que “si no hubiera sido por ese muchacho bendito estarían
todavía trayendo la coca en llantas y nadando hasta Miami para llevarle la mercancía
a los gringos”. ¡Avemaría mijo! - como dirían los colegas colombianos - el fantasma
de la narco política todavía deambula muy nítido en el oscuro espectro nacional
del país cafetalero.