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viernes, 28 de junio de 2013

LOS CHANTAJES ARANCELARIOS

Por Leonardo Parrini 

Algunas de las normas tácitas del funcionamiento del sistema político norteamericano hablan de que los mercados se regulan solos y que las decisiones políticas internacionales las impone el más fuerte. Estas verdades de Perogrullo se vinieron al suelo estos últimos días con la decisión unilateral de Ecuador de renunciar a las prebendas de la ATPDEA o régimen de preferencias arancelarias otorgadas por EE.UU. a países sudamericanos. La Ley de Preferencias Arancelarias de los Países Andinos fue creada en 1991 y consistía en la eliminación de aranceles a una serie de productos para Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, a cambio de su lucha contra el narcotráfico. EE.UU. suspendió de este beneficio a Bolivia en el 2008. En tanto, Perú y Colombia ya no necesitan el programa por la entrada en vigor de sus tratados de libre comercio. Ecuador esperaba su renovación en julio próximo, asunto que era poco probable. 

Las consecuencias económicas de renunciar a la ATPDEA no son lo peor, al fin y al cabo el impacto en efectivo se remite a 23 millones de dólares anuales por concepto de impuestos. Lo singular del hecho es el precedente de que un país latinoamericano, en uso de su derecho soberano a tomar decisiones en política exterior, se atreva a contrariar la norma del más fuerte, del país hegemónico que impone condiciones en el mercado de las mercancías y en el mercado de las ideas. 

En ese sentido, Ecuador sigue dando señales de audacia, dignidad -y porque no decirlo-, de provocadora maniobrabilidad política. Su decisión de renunciar a la ATPDEA le tuerce el brazo a los EE.UU. en su afán de castigar al país que se desalinea de su política exterior y de sus intereses estratégicos a largo plazo.

Si bien las preferencias arancelarias del ATPDEA estaban a punto de morir en julio por falta de decisión política norteamericana, no es menos cierto que el tira y afloja deja de ser un asunto económico para transformarse en un tema de dignidad nacional. EE.UU. suspendería el ATPDEA ante la eventualidad de que Ecuador otorgue asilo político a Edward Snowden, requerido por la justicia estadounidense bajo cargos de espionaje. "Si se le concede asilo en Ecuador a Snowden, lideraré los esfuerzos para impedir la renovación del acceso libre de aranceles de Ecuador bajo el GSP y también me aseguraré de que no hay oportunidad alguna para la renovación del ATPDEA", prometió Robert Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano.

¿Por qué si el ATPDEA se otorga a cambio de la lucha contra las drogas, ahora se condiciona su vigencia a otras decisiones políticas? En respuesta, Ecuador ha desafiado a EE.UU. al renunciar unilateralmente a las preferencias y ofrecerle una “ayuda” económica de 23 millones de dólares, para que EE.UU. capacite a su gente en el respeto a los derechos humanos.   

¿Cuánto nos cuesta el desplante? 

Con la decisión ecuatoriana se desinfla el chantaje que ejerce el país norteamericano a sus socios comerciales y proveedores que, a cambio de no cobrar impuestos por el ingreso de sus productos, impone decisiones políticas. Esta es una fehaciente muestra de que el mercado no se regula solo, sino que es posible manipular condiciones arancelarias y precios de compra venta, según interés políticos del comprador. Queda demostrado que para los EE.UU. la economía, así como la guerra, es hacer política por otros medios. 

Ecuador ha tomado medidas para compensar la pérdida de las preferencias que le restan competitividad, solicitando que algunos productos de exportación no petroleros que representan el 45% de las ventas ecuatorianas a Norteamérica, pasen al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que mantiene EE.UU. con 130 países. Los productos mencionados son las rosas, brócoli y alcachofas, sin embargo, no está claro que aquello sea posible e incluso existe el temor de los empresarios ecuatorianos de que EE.UU. no efectivice el SGP con Ecuador, sistema que junto con la Atpdea cubre unos 4.000 productos. Ecuador comercializa unos 800 ítems bajo ambos programas, como cerámicas, quinua, baldosas, mermeladas, pulpas de frutas, etc. 

El Gobierno ecuatoriano está dispuesto a poner en práctica un programa de apoyo a los empresarios exportadores, mientras que el monto requerido para cubrir las pérdidas de competitividad, incluida una eventual pérdida del SGP, se calcula en 400 millones de dólares, según sectores empresariales. 

La posición ecuatoriana es de rechazo a los chantajes arancelarios. El secretario de Comunicación, Fernando Alvarado ha dicho que "Ecuador no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles por importantes que estos sean". Para muchos se trata de un desplante moral que requiere, además, de una victoria material, puesto que como bromeaba mi abuelo: buenos son los ideales, pero mejor son los cereales.

3 comentarios:

  1. Anónimo6/28/2013

    Rafael Correa es ECONOMISTA, y de los buenos. Confío en su conocimiento y humanismo, para asegurarnos por sobre el capital. Concepto que los norteamericanos no conocen, pues el capitalismo lo tienen en la médula desde el momento de nacer. Confío en el presidente Correa... no en OBAMA!

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  2. Desde q conozco el tal ATPDEA...al Ecuador no le ha ido bien econômicamente. Solo a los grandes capitalistas..q a costa de la diplomacia de mi pais s ganan muchisimo dinero y se ahorran impuestos...es lo q yo entiendo.....

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