Por Leonardo Parrini
La noticia circuló como reguero de pólvora en los círculos periodísticos y fotográficos del mundo: Michael Dell, fundador de uno de los mayores fabricantes de computadoras, adquirió el archivo histórico de Magnum. La agencia Magnum fue fundada en 1947 por los fotógrafos Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, George Roger, David Seymour y William Vandivert para hacer un frente común ante las grandes agencias de prensa.
La transacción que asciende a cien millones de dólares por 185 mil registros, es la mayor adquisición de material fotográfico jamás registrada en la historia ya que se trata de la más importante colección fotográfica del siglo XX, con imágenes tan icónicas como la 'Muerte de un miliciano', tomada por Robert Capa en la Guerra Civil, el desembarco a Normandía o el funeral de John Kennedy.
La transacción del archivo se realizó mediante la firma privada MSD Capital, propiedad de Michel Dell y será cedido para su administración por cinco años al centro Harry Ramsom de la Universidad de Texas. El archivo incluye copias en positivo de las fotografías de prensa que acompañaban a los boletines y artículos, lo que en el argot periodístico internacional se conoce como vintage, es decir, copias históricas de los negativos hechas poco después de tomada la foto original. No obstante, no fueron vendidos los derechos sobres esas imágenes, por tanto la Universidad de Texas no podrá publicar esas fotos ni revenderlas.
¿Cuál es entonces el propósito de la compra venta de este singular material periodístico? Los más suspicaces hablan de un salvavidas a Mágnum que aseguraría la sobrevivencia de la agencia en los difíciles momentos actuales, consiguiendo fondos para continuar su labor, sin el peso financiero de preservar un archivo tan voluminoso y difícil de mantener. Se sabe que la mantención de un archivo de 185 mil imágenes en papel fotográfico es extremadamente costosa y compleja, puesto que el tiempo y las condiciones ambientales son los principales enemigos de este tesoro fotográfico.
Otros esbozan una cándida sonrisa y se refieren a la filantropía de Dell, cosa muy poco probable en estos tiempos. Una de las razones de la transacción es que la firma compradora garantizará, mediante contrato, que el archivo no va a ser dividido en la venta de copias sueltas, y quedará en manos en la Universidad de Texas, dueña de uno de los archivos fotográficos más importantes del mundo. Que el archivo está bajo protección segura, no hay dudas, a diferencia de los archivos de la Nacional Geografic que son vendidos en forma individual lo que amenaza con su disolución.
Los escépticos señalan que es preferible que una universidad administre los archivos en copias de papel del fotoperiodismo mundial, antes de que toda la Agencia Magnum sea adquirida por alguna transnacional como Corbis o Getty o por coleccionistas privados con fines exclusivos de lucro, lo cual hace perder los derechos a los autores de las otras originales. Corren duros tiempos para las agencias de fotógrafos independientes que han ido desapareciendo en este milenio bajo la necesidad de mantener una sobrevivencia con dignidad y libertad creativa.
Mientras tanto la progresiva desaparición del savoir faire fotográfico revalorizó los trabajos en fotografía análoga, de negativos y copias en papel, de ampliadoras y cámaras de gran formato. Lo que vino después con la digitalización de la imagen, lo virtual y la multimedia, no es más que un paso hacia la amenaza de perder para siempre lo que no se guarda en un chip. Por eso que es importante que el mayor acopio de la memoria fotográfica de la humanidad se conserve en buenas manos.
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