Por Leonardo Parrini
Esa sentida arenga de un hincha de Barcelona Sporting Club de Ecuador
ante la tumba del otro “ídolo del Astillero”, Julio Jaramillo, alude a la clara
raigambre popular de una institución deportiva que desde su fundación, el 1 de mayo de 1925, ha escrito una historia deportiva
con sudor y lágrimas, muchas veces de alegría y otras de tristeza. Era el invierno del 78 cuando los hinchas lloraban a mares la partida de
Julio Jaramillo, apodado el Ruiseñor de América, el cantante ecuatoriano de
mayor proyección internacional con un palmarés de éxitos como intérprete de boleros,
pasillos, valses y tangos que lo catapultó a la fama en los años 60.
Este fin de semana último la euforia volvió a las huestes barcelonistas
que vieron como su ídolo, al cabo de una década, vuelve a clasificar para la final del
campeonato de fútbol ecuatoriano, consiguiendo un cupo para la Copa
Libertadores 2013. Otra vez el malecón porteño fue un rio amarillo y el
astillero se llenó de júbilo. Algarabía deportiva que inundó las picanterías y
cantinas del puerto de Guayaquil que aún perviven, pese al modernismo urbanístico que
arrasa toda tradición. Era la celebración de pueblo humilde, ese que sólo conoce
alegrías en los estadios cuando gana el ídolo amarillo, y en las rockolas,
cuando canta el otro ídolo también de pecho amarillo, Julito el maestro, como
lo recuerdan los estibadores del puerto, y que según reconocen, entre biela y
biela: “está cantando mejor que nunca, ñaño!”
“La plena ñaño, qué falta que hacía un triunfo del Barcelona”, dijo un
hincha saliendo del estadio azuayo donde el club guayaquileño perdió en reciente
partido frente al local Deportivo Cuenca uno por cero, pero que aún así, gracias al empate
entre el Independiente del Valle y Liga de Loja y a ese capricho de las aritméticas
deportivas, clasificó para jugar la final de la primera etapa del campeonato de
fútbol ecuatoriano 2012. “Ya era hora”, dijo otro hincha en la puerta del
estadio cuencano. Y seguro que la hinchada joven no sabe este detalle: el ídolo
del Astillero, ese que cuando da alegrías paraliza al puerto de puro contento,
ha conseguido hazañas como La Victoria a Millonarios, La Hazaña de la Plata, las 2 finales de Copa
Libertadores 1990 y 1998 y otras gestas que hicieron al
Barcelona el equipo más popular del Ecuador. Además,
ha ganado 13 campeonatos nacionales con lo cual se convirtió en el equipo que
más títulos ha conseguido en la Serie A de Ecuador.
Y aunque al borde de la cancha morlaca los jugadores barcelonistas, comandados
por Narciso Minda, celebraron alegres y luego se “armó la rumba”
en los camerinos, otro hincha luego del partido fue a cerrar el círculo de una añoranza
popular, potente y sincera, ante la tumba de Julio Jaramillo. Alli puso una
flor amarilla y prometió nunca más dejar de creer en su equipo, así tenga que
sacar fuerzas de flaqueza y fe de donde sólo queda la ilusión. Porque ante tu ausencia, Julito, ahora sólo nos queda Barcelona, ahora que estamos a punto de
invitarte para que cantes mejor que nunca ñaño, en la próxima celebración de un
nuevo campeonato ganado con sudor de pueblo, ese que empapa la amarilla hasta el
alma.
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