GRANDES TEMAS - GRANDES HISTORIAS

E c u a d o r - S u d a m é r i c a

jueves, 20 de febrero de 2014

LA ASONADA VENEZOLANA


Por Leonardo Parrini  

Lo que pasa en Venezuela no es nuevo, es una historia que se repite como tragedia. Desde que la revolución dejó de ser un síndrome de caos, instigado por unos cuantos desadaptados, para convertirse en un nuevo orden social, con una lógica económica y política marcada por la necesidad de estructurar una convivencia nacional distinta, los grupos de poder tradicionales desplazados por el experimento revolucionario, no descansan hasta ver derrumbado el nuevo orden.  

La reacción a los procesos revolucionarios siempre ha buscado desestabilizar a los regímenes populares, apoyándose en las demandas de sectores gremiales o ciudadanos descontentos, para luego orquestar asonadas de protesta callejera que incluye la violencia organizada para provocar la respuesta represiva del régimen. Lo hicieron igualmente en Chile, en 1972, cuando un paro del transporte pesado organizado por la oposición y financiado por el gobierno de EE.UU, según informes del propio congreso estadounidense, paralizó al país provocando desabastecimiento de productos que no llegaron nunca a su destino durante dos meses. Continuó la protesta con manifestaciones de violencia callejera organizada por el grupo de extrema derecha Patria y Libertad, y concluyó con el clima de caos social que acabó con el régimen de Salvador Allende en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Los hechos en la Venezuela de Maduro

Para dilucidar qué pasa en el país llanero es necesario desentrañar algunas claves y plantear interrogantes para explicar por qué la escalada desestabilizadora que está en marcha, responde a la presión de los grupos desplazados del poder por el movimiento chavista. Partiendo de la hipótesis de que Venezuela se encuentra bajo el asedio de la contrarrevolución, instigada desde los EEUU, e implementada en el interior del país por una oposición ofuscada que utiliza el descontento de sectores estudiantiles, estamos en presencia de una escalada que busca la caída del régimen de Nicolás Maduro.

Las manifestaciones inician el 4 de febrero en Táchira y Mérida, en protesta contra un intento de violación de una joven universitaria. Los manifestante atacan la residencia del Gobernador y cinco jóvenes son detenidos. Las federaciones estudiantiles llaman a una marcha en la capital exigiendo la liberación de los presos.

Los partidarios del gobierno responden con una marcha en la que el grupo denominado Tupamaru, abre fuego contra estudiantes y se inicia una batalla campal frente al Ministerio Público, mientras la policía reprime a los manifestantes con gases. En la jornada mueren Bassil Da Costa y Neyder Arellano. Otro joven, Robert Redman, cae muerto de un disparo y Génesis Carmona, Miss Turismo Carabobo 2013, fallece víctima de un balazo que recibe en la cabeza durante una marcha en Valencia. A ello se suma la muerte del militante chavista, de 49 años, Juan Montoya. El gobierno levanta la señal del canal NTN 24 que transmitía en vivo los ataques contra los estudiantes, en tanto que en las redes sociales se limita la circulación de imágenes de las protestas. Nicolás Maduro, expulsa del país a tres diplomáticos estadounidenses: Breeann Marie McCusker y Jeffrey Gordon Elsen, segundos secretarios de Embajada con funciones de vicecónsul, y Kristofer Lee Clark, acusados de haber promovido a grupos violentos en la universidad.

¿Quiénes están detrás de las protestas? La oposición liderada por María Corina Macha, diputada opositora y Leopoldo López, activista del partido Voluntad Popular, ha planteado que las protestas están dentro del marco constitucional. Los opositores han declarado que impulsarán la salida del Presidente Maduro, por una revocatoria, cuando se cumplan tres años de su mandato. Mientras tanto, Maduro ha señalado la posibilidad de un rompimiento del proceso democrático por sectores políticos que quieren sacar provecho de las manifestaciones para provocar más violencia y tumbar al Gobierno. Las protestas que fueron originalmente, contra la inseguridad, hoy hacen hincapié en la inflación, escasez, incertidumbre, mercado negro y apagones que han generado malestar en algunos sectores. Venezuela tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo y también registra la más alta inflación en la región que, en 2013, llegó al 56,2%.

El Presidente Nicolás Maduro condenó los incidentes de la manifestación del miércoles y los atribuyó a un levantamiento "nazifascista" que buscaba un golpe de Estado. Los dirigentes  del partido Voluntad Popular dijeron que la orden de arresto contra el líder opositor, Leopoldo López, "forma parte de un plan para criminalizar la protesta". El Presidente Maduro acusa a los manifestantes de sembrar el caos para justificar un golpe de Estado, como ocurrió en el 2002 durante el fugaz derrocamiento del presidente Chávez. Entre el tira y afloja, en Venezuela continua en marcha una asonada con el propósito de poner fin al mandato del sucesor de Hugo Chávez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario