Por Juan J. Paz y Miño C.
Una información del PNUD reconoce que a fines
de 2015 Ecuador era líder en la reducción de la desigualdad en la región; desde
2007 había mantenido un progreso positivo en los indicadores de salud y
educación; y cumplió 7 de los 8 Objetivos del Desarrollo del Milenio
(http://goo.gl/VzNxvc).
Otro reporte del Banco Mundial constató que
hasta el 2014, la pobreza por ingresos disminuyó de 37.6% al 22.5%; la pobreza
extrema del 16.9% al 7.7%; y el índice de Gini se redujo de 0.54 a 0.47, porque
el crecimiento (en promedio un 4.6% anual) “benefició más a los pobres”
(http://goo.gl/9L3gId). Para el FMI, entre 2006 y 2014 la tasa de pobreza cayó del
38% al 22.5%; el índice de Gini pasó de 0.54 a 0.47, y la tasa de desempleo “se
redujo significativamente” (http://goo.gl/NMYQlU). La CEPAL es la institución
que con mayor persistencia ha destacado los logros sociales en Ecuador.
Además, un informe internacional de KREAB
igualmente comprueba esos logros y señala que Ecuador fue uno de los 4 países
que más escaló en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH) durante los
7 últimos años; que en 2006 los más ricos ganaban 37 veces más que los más pobres;
que en 2014 esta relación disminuyó más de 26 veces; que por primera vez en la
historia, el ingreso promedio mensual de una familia ecuatoriana alcanza para
cubrir el costo de la canasta básica; y que entre 2006 y 2014 fueron 1.3
millones de ecuatorianos los que salieron de la pobreza (http://goo.gl/MyUlL6).
Cuatro son los logros sociales más
significativos en Ecuador a partir de 2007: recuperación del IESS y extensión
de la seguridad social, sin alcanzar todavía la seguridad social universal que
proclama la Constitución; educación pública gratuita a todo nivel;
fortalecimiento del sistema de atención médica y de salud pública; y, garantía
y potenciación de derechos laborales y del trabajo, sobre la antigua primacía
del capital.
Sin embargo, el FMI observó que desde el
último trimestre de 2014 la economía ecuatoriana se vio afectada por la crisis
externa, el derrumbe de los precios internacionales del petróleo y la
apreciación del tipo de cambio, de modo que 2015 fue un año difícil. Y el
informante del PNUD sostuvo que el “reto” de Ecuador consiste en mantener los
índices sociales logrados “y no permitir que caiga y se pierda todo lo que ha
alcanzado hasta ahora”.
El riesgo señalado tiene evidencias oficiales
en cuanto a empleo. La ‘Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo’ del
INEC reconoce que en diciembre de 2015 el desempleo fue del 4.77%, aumentando
en 0.97 con respecto a 2014; que el subempleo también aumentó en 1.1%; y que la
tasa del no remunerado aumentó 0.6% (http://goo.gl/6VuYlt). Entre 2009 y 2015
el desempleo promedio ha sido del 4.57%; el empleo adecuado, 45.23%; y el
empleo inadecuado 49.36%.
El empleo inadecuado sigue siendo un problema
estructural. El desempleo incrementa las alarmas ciudadanas. Y las políticas
sociales en medio de la crisis económica deben radicalizarse, a fin de que la
revolución ciudadana no entre en recesión.
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