Por Leonardo
Parrini
Las imágenes de niños
asesinados por el ejército sionista israelí recorren el mundo. Son escenas a las
que nos hemos acostumbrado. Son la punta del iceberg de un conflicto milenario
que se remonta al imperio otomano con el
enfrentamiento de las poblaciones judías (Yishuv) y árabes que vivían en
Palestina. La falta de reconocimiento mutuo, la tolerancia frente a fronteras
seguras, derechos sobre el agua de la región, el terrorismo y la situación de
los refugiados son hoy día algunas de las asignaturas pendientes entre los dos Estados independientes,
el palestino soberano y el de Israel, creado luego de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy día una importante mayoría de la
población judía considera justo que los palestinos exijan la creación de un
Estado independiente. Al mismo tiempo consideran que dicho Estado puede estar asentado
sobre territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza, sin embargo, hay puntos
de fondo que impide el acuerdo. En ambos países la discusión polariza a la
población que resulta finalmente ser la víctima civil de los enfrentamientos militares
que recrudecen cada cierto tiempo. Y la victimización civil se produce al
margen de la posibilidad de que el gobierno israelita de Benjamín Netanyahu y
la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, logren acuerdos definitivos
que extinga el terror de la guerra en la región.
En las últimas horas los enfrentamientos han
recrudecido con un elevado número de víctimas civiles, entre las que se
encuentran niños palestinos. El mundo ha dicho basta al Estado de Israel y exige que ponga fin a los bombardeos a territorio palestino. Mientras
tanto, un comunicado de la presidencia de Palestina
sostiene que los ataques israelíes contra Gaza "son una declaración de guerra". Los
palestinos, bajo fuego israelita, reivindican su derecho a defenderse y hacen
un llamado a la comunidad internacional, porque "el silencio ante la
masacre es inaceptable". Organizaciones de diversa índole han
denunciado lo que consideran un crimen sionista en la región.
El vocero palestino Nabiel Abu Rudeina,
condenó el incremento de los ataques contra la franja bloqueada desde hace siete
años por Israel. Los enfrentamientos actuales echan por tierra los diálogos alcanzados en julio del 2013, puesto que
Israel se niega a renunciar a la expropiación de territorios en Cisjordania.
Los bombardeos sionistas a territorio árabe ya dejan 27 muertos y más de un
centenar de heridos entre los que se encuentra un considerable número de
menores de edad. La operación israelita denominada Ventaja Defensiva, no tiene
nada de defensivo y, por el contrario, se trata de una ofensiva militar ejecutada
con armas de grueso calibre en contra de territorios ocupados por civiles. Niños, adolescentes y mujeres son las víctimas del caos de fuego y
metralla desatado por Israel en territorio
palestino. Benjamín Netanyahu, a través de un medio israelí, "dio la
instrucción de prepararse para una campaña completa, larga, continua e intensa
en Gaza". Y añadió que "el ejército debe estar preparado, puesto que una
ofensiva terrestre está sobre la mesa".
Dirigentes palestinos
manifestaron que Gaza se prepara para nuevos ataques y que Hamas ha evacuado
probables objetivos, mientras que sus líderes han pasado a la clandestinidad
por el temor de ser asesinados por efectivos israelitas. A partir del 12 de
junio pasado la desaparición de adolescentes marcó el inicio de los enfrentamientos
en operaciones militares que han dejado seis niños palestinos muertos y más de
400 personas arrestadas. El cuerpo de un niño palestino fue encontrado en un
bosque, luego de haber sido secuestrado y quemado por atacantes extremistas israelitas
de ultra derecha. Según la rama palestina de la Defensa Internacional de los
Niños, organización no gubernamental con ramificaciones en más de 40
países, más de 1.400 niños palestinos han sido asesinados por militares
israelíes y colonos en los Territorios Palestinos Ocupados desde el comienzo de
la Segunda Intifada en el año 2000.
Esto demuestra que el asesinato de jóvenes civiles está siendo utilizado como una
maniobra política por aquellos que estimulan un conflicto asimétrico. La fuerza
militar israelí se movilizó para detener a la mayoría del liderazgo de Hamas, y
aumentó la presión sobre el líder de la Organización para la Liberación de
Palestina y presidente palestino, Mahmoud Abbas. En este contexto, según reporte
de Telesur, la desaparición de tres adolescentes israelitas el 12 de junio, dio
a Netanyahu la justificación perfecta para renovar la represión contra Hamas y
le otorgó el mazo político con el cual abrir una brecha en el gobierno de
unidad palestino. Entre la simpatía selectiva y el castigo colectivo, éste
último es el que lleva el peso absoluto y desproporcionado de la represión
israelí y la búsqueda militar de una venganza conducida por el arraigado
racismo y el odio religioso.
Son imágenes muy fuertes pero en muchos casos necesarias para mostrar que esto es una barbarie que hay que parar. Lleva demasiado tiempo alargándose el conflicto y no parece que se vislumbre su final. Recomiendo este artículo para conocer algo más sobre su historia y orígenes: Historia de la Tierra de Canaán
ResponderEliminarGracias por la sugerencia y comentario.
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