“El periodista Leonardo Parrini reconoció una "intransigente
militancia anti petrolera" que hay en este territorio (Sarayaku) y la
protección a los tres sentenciados es sólo una excusa para ejercer su presión.
Dijo además que no se debe confundir autonomía con autodeterminación y señaló
que el riesgo de este conflicto es una desintegración nacional”. Con estas
palabras comentó la prensa local del Puyo, Provincia de Pastaza, la
intervención del editor del Blog Lapalabrabierta en el programa Pulso Político,
conducido por Carlos Rabascall y emitido por de la cadena TC Televisión y
retransmitido por la estación CN3 de televisión por cable.
Rabascall se había propuesto analizar en su programa tópicos como la
injerencia del Estado plurinacional frente a propósitos autonomistas, la
tenencia de armas por grupos armados irregulares en Sarayacu, la pertinencia de
medidas cautelares dictadas por la CIDH en favor de los tres sentenciados de la
justicia refugiados en ese territorio.
En un debate que se caracterizó por la dinámica intervención del
experto en DDHH Salim Zadim y Leonardo Parrini, el programa fue dilucidando el
verdadero significado de la posición de los dirigentes de Sarayaku. Según la constitución de la República, recordó Rabascall, las comunidades
pueblos y nacionalidades indígenas forman parte del Estado único e indivisible.
Parrini puntualizó
que la nacionalidad es una reivindicación del movimiento indígena para
diferenciarse del calificativo de sector étnico, que no es extensible al concepto de Estado. No obstante, se
ha politizado la legítima reivindicación indígena por sus derechos a la
territorialidad, por la defensa ambiental, el ser nacional y ser una nación. Se ha contaminado, se ha ensuciado esta lucha que históricamente ha tenido
tanto que demostrarle al país. Es un paradigma tan digno de imitar es lucha se
está desvirtuando hoy día porque se esta contaminando de demagogia politiquera. ¿Quita
legitimidad a la reivindicación indigena? Indudablemente, habría que preguntarse a los
dirigentes de Sarayaku si están contribuyendo a la consolidación del Estado plurinacional e
intercultural por el cual ellos tanto lucharon y que está contempaldO hoy día
en la Constitución del 2008, señaló Parrini.
Rabascall
interrogó al asambleísta Carlos Viteri acerca de si existe un Estado dentro del Estado. Carlos Viteri respondió en entrevista pregrabada,
que en el artículo 57 de la Constitución que habla de 21 derechos colectivos,
no se establece autonomía. La autonomía de una nacionalidad se logra a través
de las CTI circunscripción territorial indígena es un gobierno de régimen especial
como los GADs. Sarayacu no se ha constituido en CTI y ninguna otra comunidad del
sector. La autonomía no es auto determinarse porque eso puede invadir elementos
que le son propio al estado nacional. No puede un pueblo indígena arrogarse
funciones del Estado central porque éste es unitario e indivisible según artículo 1 de la Constitución de la República.
La autonomía
está limitada a la observancia de la Constitución y la ley, eso implica el
respeto a derechos fundamentales. En este caso aplica la disposición constitucional
que el Presidente de la República tiene el mandato constitucional de conservar
y mantener el orden público en todo el territorio nacional. El gobierno tiene
libre acceso a las zonas adjudicadas y eso implica que el derecho sobre los territorios
no es un derecho absoluto, sino que puede ser limitado.
Estrategia internacional
No puede haber
una Estado dentro del Estado, lo que si puede haber es una nacionalidad dentro
del Estado, por eso es que este estado es plurinacional e intercultural, señalo
Parrini. Esa autonomía no se debe confundir con autodeterminación que es una proclamación
de derecho político, auto determinarse y peor una autoproclamación beligerante.
La actitud de los dirigentes de Sarayacu coincide con una tendencia geopolítica
revelada por la periodista estadounidense Eva Golinger, que denuncia una
estrategia internacional de la derecha y de sectores privados, implementada a
través de ONGs que se trata de aplicar
en América latina con el propósito de desestabilizar a los Estados y a los
gobiernos progresistas de la región. ¿En qué consiste esto? Según la denuncia,
la autonomía no es otra cosa que una balcanización del territorio, una división beligerante; tú
me reconoces como enemigo y yo te reconozco como enemigo y no nos
reconocemos a través de un consenso. Se propicia
la política del mal vecino para estar
siempre divididos, como una manera de desestabilizar un proceso unitario y
desintegrar el territorio local, atentar contra la unidad nacional y el Estado
plurinacional e intercultural.
Medidas cautelares
¿Las medias
cautelares dictadas por la CIDH en favor de los tres fugitivos, no son patente
de corso, pregunta Rabascall? Definitivamente no. El peligro de la integridad
física del pueblo de Sarayacu, por ejemplo una de las medias es la no
militarización de la zona, pero no es el caso actual, peor con personas que
están al margen de la ley qué no tienen que ser protegidas. Salim Zadim
señaló que no corresponde la posición que asumió la CIDH en defensa de tres
personas que incurrieron en un delito de injuria judicial, al incurrir en
afirmaciones falsas en una denuncia. Estas declaraciones no pueden ser
discursos protegidos en el marco de una libertad de expresión y no se puede considerar
como irreparable a la violación de la libertad de expresión.
Ingreso fallido del fiscal
La dirigencia de
Sarayacu no permitió a la Fiscalía ingresar a su territorio, pese a la mesura mostrada
por el Estado. No obstante, el gobierno central tiene la fuerza y el derecho de
hacerlo porque eso no es un territorio autónomo en sentido de estar separado. Aquí
no existe un enclave donde se impide la libre circulación del resto de los
ecuatorianos, porque así como pueden transitar ellos libremente en su
territorio también todo ecuatoriano o extranjero residente, podría hacerlo con
todo el derecho del caso que le asiste constitucionalmente dentro de su
territorio.
¿Qué está en el
fondo de este problema? En entrevista dada por José Gualinga el dirigente de
Sarayacu menciona dice al Telégrafo el 6 de mayo con toda franqueza: Cléver Jiménez es una excusa, aquí lo que
está en juego, lo digo sinceramente, es la XI Ronda suroriente petrolera. Según
esto, el gobierno central está buscando
un pretexto en Cléver Jiménez, pero en el fondo está defendiendo un proyecto
petrolero. Frente a esto, por parte de cierta dirigencia indígena hay una
intransigente militancia anti petrolera. Por un lado existe un paradigma que
propicia una forma de desarrollo, un modelo de gestión del Estado; y por otro, un paradigma de defensa de la
territorialidad y de la nacionalidad que propicia otra cosa.
La dirigencia indígena
desconoce que en el país han pasado muchas cosas a partir del 2007, año en que se implanta un proceso de cambio, a partir
de cual hay una nueva voluntad política en el país y un contexto internacional. ¿Cuál es este? Un
nuevo rol del Estado, el actual es un Estado incluyente, un dialogante y
democrático, un estado que propicia el dialogo y la participación ciudadana.
Con esa posición habría que preguntarse si los dirigentes de Sarayacu están
contribuyendo a consolidar la existencia del Estado plurinacional intercultural
que tanto propició el movimiento indígena de la década de los noventa.
¿Hay un sector indigenista que está rechazando está posición? preguntó Rabascall.
¿Hay un sector indigenista que está rechazando está posición? preguntó Rabascall.
La Conaie en declaración
de su máximo líder Huberto Cholango se ha manifestado en contra del golpe de Estado
en el país, del 30S y de la protección dada por Sarayacu a los tres
sentenciados de la justicia. La actitud de la
dirigencia de Sarayacu se explicaría en la necesidad de rescatar espacios de
poder perdido. En la última elección seccional hay una merma política de
Pachakutik que tiene todo el derecho de disputar espacios dentro de la
democracia, pero lo hace de una forma en que contamina ese derecho por una vía
de la demagogia y la intransigencia. O sea aquí como que hay que volver a
recuperar un espacio político, hay que legitimarse nuevamente, hay que
reposicionarse y eso se lo hace con una posición beligerante contra el Estado a
nombre de determinadas autonomías, señaló Parrini.
Riesgos del separatismo
El mayor riesgo
que comporta este estilo separatista es el peligro de volver a esa implosión
del movimiento indígena que tuvo lugar en la décadas de los noventa. Nosotros
no quisiéramos seguir reportando muertos y heridos, no quisiéramos seguir
reportando un territorio ensangrentado, armas. Queremos reportar a las escuelas
del milenio. Queremos reportar a las comunidades del milenio, queremos reportar
la mano de obra para los procesos de
progreso de la amazonia, queremos reportar el progreso de una región
tradicionalmente abandonada por el Estado, perversamente chantajeado por las
petroleras, su territorio destruido por la Texaco en el nororiente. Para que
eso no ocurra hay que ir un proceso de diálogo, hay que escucharse y aceptar la
diversidad. Ya no está la dirigencia de Sarayacu litigando con la CGC ni está
lidiando con Texaco. Está hablando con un Estado que dialoga. Los riesgos que implica
es justamente una desintegración nacional.
Grupos armados irregulares
En la zona de Sarayacu
las autoridades detectaron la presencia de grupos armados que impidieron la
entrada del Fiscal. El uso de las armas va a determinar si eso es legal o
ilegal. Si se mata un animal es un acto
de cacería ancestral, pero si con esa misma arma se mata a una persona, ahí el autor
se pone bajo el imperio de la ley. En el
fondo se está discutiendo una legalidad del estado nacional y una legalidad del
estado de justicia indígena que todavía no cuenta con puntos de coincidencia y compatibilidad.
La Asamblea Nacional tiene que emitir una ley de coordinación entre la justicia
ordinaria y la justicia indígena y se debe definir la expresión “conflictos
internos” para establecer cuál es el ámbito territorial de cada justicia.
Conclusión
La gran
conclusión que se estableció en el debate es que ahora ya el Oriente no es un mito. Ahora hay una gran
realidad socioeconómica, cultural, política, artística, humana. Esta región
está protegida por un Estado que tiene la voluntad de darle los beneficios que
le corresponde por haber sido bendecida por los recursos naturales, como el
petróleo que está bajo su territorio. Ahora el Oriente es una gran realidad que
nos preocupa a todos. Este diálogo era imposible 20 años atrás ¿a quién
importaba antes la Amazonía? Hoy nos importa a todos como ciudadanos, nos
interesa integrar a esa rica región que está, ni más ni menos, que financiando
el desarrollo y el futuro de este país.
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