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viernes, 24 de enero de 2014

CHILE - PERÚ: QUE TERMINEN LOS LÍOS EN LA FRONTERA


Por Leonardo Parrini

Así versa una canción de Violeta Parra: ¡Que terminen los líos en la frontera…por un puñao de tierra, no quiero guerra! Lamentablemente la utopía de la Violeta de Chile no se ha cumplido, porque todos los países latinoamericanos han vivido una historia limítrofe que está lejos de ser una historia de buena vecindad. Al cabo de 200 años de republicanismo, la mayoría de los países sudamericanos han hecho uso de la fuerza para dirimir sus líos fronterizos y usurpado territorio al vecino.

Son ya clásicas las escaramuzas militares entre Chile y Perú-Bolivia en La Guerra del Pacifico, en 1879. La guerra que enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, en 1865. El conflicto fronterizo entre Chile y Argentina. La guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia que se libró el año 1932. La invasión peruana a Ecuador en 1941 y las posteriores guerras de Paquisha y Cenepa. La guerra de El Salvador con Honduras en 1969 y las tensiones esporádicas  entre Colombia y Venezuela.

Alguna vez comentábamos con un profesor de derecho internacional que lo mejor que puede sucederle a dos países de un mismo continente, es no tener fronteras comunes. Y un caso feliz, en Sudamérica, sucede entre Ecuador y Chile, cuya hermandad y cooperación internacional es ya tradicional. ¿Será porque no han tenido motivos fronterizos de enemistad?

Viejo lío fronterizo

Chile sí ha tenido líos con sus vecinos, y los tiene con Perú, país que por estos días demanda en un juicio a su vecino en la Corte de La Haya, Holanda. Luego de una historia de relaciones trágicas entre ambas naciones, persiste una controversia de delimitación marítima como un diferendo planteado por Perú a Chile sobre la soberanía de una zona de 37. 900 km en el Océano Pacífico.

Perú demanda la delimitación marítima con Chile, supuestamente pendiente,  y ha solicitado a  la Corte Internacional de Justicia de La Haya que determine la frontera en el mar con una línea equidistante en dirección al suroeste, trazada en la costa de ambos países desde el punto fronterizo terrestre. Chile sostiene que la frontera marítima con su vecino del norte es una línea paralela sobre las aguas del océano Pacífico que fue ratificada en tratados suscritos en 1952 y 1954. Lima no reconoce como un acuerdo limítrofe los documentos firmados con Chile en 1952 y 1954, y sostiene que sólo fueron convenios para fijar la actividad pesquera en esa zona y defender sus recursos hidrobiológicos de la depredación de flotas balleneras extranjeras. La intención de Perú es desconocer dicho tratado y solicitar la modificación de la línea de frontera sobre el mar para obtener un trozo de territorio que según lo acordado en 1954 no le corresponde.

El miembro de la Corte Permanente de Arbitraje Internacional de La Haya, Hugo Llano señaló que Perú ratificó, en mayo de 1955, los acuerdos suscritos con Chile en 1954, por tanto su reclamación actual carece de peso diplomático y político. Llano ha manifestado que "Perú reconoció que su frontera marítima con Chile está fijada y que corresponde a la línea paralela desde el punto en que el límite terrestre toca el mar"

Según ese antecedente la posición chilena sería pertinente y sustentada en “argumentos sólidos e irrefutables”, desde el punto de vista del derecho internacional. No obstante, observadores del tema han manifestado que en Lima existe un aire de triunfalismo anticipado, mientras que el Gobierno de Chile ha dicho que respetará la decisión del tribunal de La Haya, cualquiera que sea ésta. “Los acuerdos son acuerdos - dice Gustavo Martínez, experto en relaciones internacionales -, por tanto, desde el punto de vista del derecho internacional, no pueden ser revisados ni adecuados, sino es por mutuo acuerdo entre las partes".

Martínez considera que Perú “no se quedará con los brazos cruzados”, ya que en esa línea de acción presentó un documento de 12 carillas que está siendo revisado por Chile “para determinar si rompe o no el acuerdo pactado en 1952”. La cancillería peruana, a través de su titular José Antonio Belaunde, ha manifestado que “se deben reconocer los derechos soberanos exclusivos que el Perú posee sobre el área de mar peruano que se extiende más allá de las 200 millas marinas del territorio de Chile y que ese país considera alta mar". En Santiago no existe ánimo de dar el brazo a torcer y la diplomacia sureña se dispone a mostrar argumentos “sólidos si hay que defender a nuestro país y, simplemente, no regalar mar al que no le corresponde”.

Perú presentó en enero del 2008 su demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En marzo de ese año entregó sus alegatos o "memoria". Chile presentó en el 2009 sus argumentos o "contramemoria" a la tesis peruana, según establece el proceso. La Corte de la Haya emitirá su fallo definitivo el próximo lunes 28 de este mes. Mientras tanto la canción de Violeta, que terminen los líos en la frontera…suena a una sentida letanía que marca la asignatura pendiente entre dos naciones hermanas.

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