Por Leonardo Parrini
El triunfo del Presidente
Rafael Correa, y su reelección para el periodo 2013-2017 significa un nuevo
rumbo del Ecuador que busca profundizar el camino recorrido. A partir de hoy el
régimen reafirmará las estrategias aplicadas para consolidar aquellos logros
obtenidos por las políticas públicas en la ejecución del llamado Plan Nacional
para el Buen Vivir, cuyo fin último es alcanzar “el cambio radical del país y
la construcción de un Estado plurinacional”.
Los propósitos enunciados
comenzaron por lo que nosotros, en su momento, llamamos la sinceración de la política y, con ello, la transparentación de la economía, como fuente de desarrollo económico,
social, cultural y tecnológico. El proyecto político de Rafael Correa empezó,
antes y durante la campaña del 2006, por inaugurar un discurso claro, frontal
y, por lo mismo movilizador, mediante el cual a nadie le cupo dudas de qué
mismo se trata la llamada revolución
ciudadana. A partir de entonces, la izquierda rescató su propio lenguaje y
la derecha tuvo que reconocerse como tal. Hasta ese momento ambos discursos
estaban confundidos en el imaginario colectivo. Si no, ¿cómo explicar que
Febres Cordero prometiera pan, techo y empleo; y los sectores, tanto de centro
izquierda como de derecha hablaran de cambio social?
La sinceridad política permitió dos escenarios: la revalorización del
discurso estatal-oficial y el descrédito de las instituciones manejadas por sectores
políticos que se vieron descubiertos -y luego desplazados-, en sus
acostumbradas y futuras intenciones. El viejo congreso, las cortes de todo tipo
y los organismos de control, perdieron protagonismo e injerencia en el renovado
país. Surgió una nueva institucionalidad con fuerte concentración de poder, tras
el proyecto de cambio del Gobierno. Es a partir de entonces que los argumentos
de la oposición al régimen, fragmentada y desorientada, huérfana de liderazgo,
apelaron a la defensa de los espacios políticos perdidos, alegando la
existencia de una dictadura con falta de democracia y libertad, discurso que se
trasladó del viejo parlamento a los medios de información, que asumieron el rol
de agentes políticos opositores.
El otro eje estratégico que
permitió la popularización del proyecto político de Rafael Correa, -y su
reelección en 2009- se cristalizó en el uso de recursos estatales provenientes
del petróleo que, con una nueva modalidad de relación entre el Estado y las
transnacionales (ahora el Estado capta el 85% de las ganancias petroleras), y
con precios internacionales del crudo favorables, contó y cuenta con ingentes
recursos para financiar la revolución ciudadana. El petróleo ha sido el sueldo
del Ecuador que se convirtió en mesada que tocó a todos y todas, a través de la
ejecución de obras de gran impacto social en bonificaciones, subsidios, salud,
educación, vialidad, deporte, entre otras. Este hecho, marcó el predomino de
las políticas públicas por sobre los intereses privados y el constante
fortalecimiento del rol de Estado como gestor de desarrollo y promotor de
derechos ciudadanos, lo que explica la credibilidad y aceptación de la gestión
gubernamental que no ha descendido, en su peor momento, del 50% según
encuestas.
Un componente inédito surgió
en la política ecuatoriana: la formidable estrategia de comunicación oficial
con uso de recursos públicos y privados. Antes los gobiernos buscaban congratularse
con los medios informativos financiándolos, a través de una inversión publicitaria
que representaba, no menos del 60% de los ingresos de televisoras, periódicos y
radios. A cambio, los gobernantes obtenían obsecuencia y el free press correspondiente. El gobierno
de Correa definió una estrategia de frontalidad con los medios que, al poco
tiempo, se coinvirtieron en territorio minado y sistemática oposición para el
gobierno; no obstante, aquello generó una inevitable y potente cobertura: la
idea fue implementar una agenda en la que mi propio enemigo sostenga mi
plataforma mediática. Correa hizo, además, millonarias demandas contra
periódicos críticos, a los que luego perdonó una vez que les demostró en los
tribunales su falta de razón. A esto se sumó el desenmascaramiento de los
grupos económicos como propietarios de poderosos medios informativos, -medida
de gran simpatía popular-, situación que generó una acción contra las empresas
vinculadas que perdieron el control sobre dichos medios que se convirtieron en
estatales.
El nuevo rumbo
de Rafael Correa
El Presidente Rafael Correa ha
resumido su gestión como "la lucha por una Revolución Ciudadana,
consistente en el cambio radical, profundo y rápido del sistema político,
económico y social vigente". En términos claros, el nuevo triunfo electoral
revitaliza los pergaminos políticos de Correa y su Gobierno y abre un cauce de
profundización del proceso de transformación del país, lo que implica una
reiteración de aquellas acciones que ya dieron resultado.
En reciente declaración a la
televisión pública, el Presidente ha señalado "Si yo soy reelecto el 17 de
febrero, queridos compatriotas, seguiré defendiendo la verdad, seguiré
defendiéndoles a ustedes de esa prensa que manipula, desinforma", y
reiteró que "aquí en Ecuador no tenemos prensa libre e independiente,
tenemos prensa bastante dependiente del capital y de los grupos de poder, y
tenemos que mejorar la calidad de prensa". En tal sentido, es más que
probable que la Ley de Comunicación sea una prioridad, a corto plazo, para el
Gobierno, y de ese modo normar la gestión de lo que el mandatario denomina
“prensa corrupta y mercantilista”
La economía
del desarrollo
En el terreno de la economía,
el país ha entrado en una nueva etapa del uso de los recursos naturales
estratégicos con la explotación de fuentes petroleras alternativas en el
suroriente amazónico, luego de que las reservas nororientales llegaron a su
límite. Se ha anunciado que la nueva era del petróleo tiene un componente
inédito: los recursos hidrocarburíferos se destinan para desarrollo social de
la Amazonía, prioritariamente, y del país en su conjunto, en obras de
infraestructura, desarrollo social y
cultural. La XI ronda petrolera convocó recientemente a las transnacionales
hidrocarburíferas que ya han mostrado interés en invertir en el país como
adjudicatarias de 17 bloques bajo la modalidad de contratos de servicio e
inversión de riesgo con cero costo para el Estado.
Se avizora una profundización
del llamado modelo de desarrollo del Buen Vivir; en ese aspecto, la información
sistematizada por los sectores del Estado sobre la realidad nacional, es vital.
El Gobierno impulsó la creación del Sistema Nacional de Información (SNI) que
busca ser instrumento para “fortalecer la planificación nacional y territorial,
mediante la generación de información que facilite la toma de
decisiones”. Correa busca
que su plan socialista se vuelva “irreversible” y promete una reforma agraria,
mayor acceso a coberturas básicas como la salud y la educación, extender la red
vial y diversificar la economía para reducir la dependencia al crudo. La
reforma en el campo deberá contemplar la redistribución de tierras productivas,
acceso a insumos mediante políticas crediticias al campesinado, trasferencia
tecnológica y acceso a los mercados de los productos agrícolas. Se deberá, al
mismo tiempo, buscar alternativas de mayor cobertura en salud de calidad y
diversificar las actividades productivas con el fin de crear fuentes de trabajo
alternativas a las tradicionales.
El liderazgo continental
En lo internacional, el Presidente
Correa deberá desempeñar un rol de liderazgo más importante en la alianza
subregional progresista en América Latina, más aún, ante una eventual ausencia
definitiva de Hugo Chávez, agobiado por un cáncer terminal. El
Ecuador puede y debe transformarse en un polo de irradiación de la unidad
regional, con un claro liderazgo continental que fortalezca las estrategias
regionales ante el mundo, ahora que Latinoamérica ha demostrado en los últimos
tiempos una inteligente comprensión de sus problemas y soluciones al margen de
las dependencias políticas y económicas externas al continente.
En estos escenarios la
oposición buscará recuperar espacios políticos perdidos con el argumento de que el Gobierno ha acumulado y seguirá
acumulando demasiado poder. Esta acción tendrá una expresión parlamentaria y
mediática, cuyo principal discurso seguirá siendo la mentada defensa de la libertad
de prensa y expresión, sin abandonar la clásica apología a la gestión económica
privada, mediante denuncia del extremó control del Estado sobre los sectores
estratégicos, en detrimento de la inversión y del uso de recursos petroleros en
planes de gobierno: bonos, subsidios, obras de impacto social, entre otros.
El desafío gubernamental es
esencialmente económico: “Su
principal reto es la transformación de la matriz productiva (…) Puede ser un
buen presidente, pero si no hace esto no habrá un cambio estructural”, dijo
Franklin Ramírez, catedrático de política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales (Flacso). En esa línea de acción el régimen deberá apuntar a la creación
o profundización de la economía mixta, no sólo en áreas estratégicas de
recursos naturales, sino en generación de tecnología propia y producción de rubros
de consumo masivo alimentos, vestuario, construcción, entre otros rubros que
promuevan la generación de nuevas fuentes de empleo.
Consolidación del
proyecto político
En el terreno político, la
asignatura pendiente continúa siendo la creación de una orgánica que garantice
la sucesión del poder y otorgue continuidad al proceso a mediano y largo plazo.
Esto a condición de asegurar la construcción de mayores espacios de
participación ciudadana y democracia real. Las veedurías sociales deberán ser
una realidad en aspectos relacionados con la seguridad ciudadana, compras y
contrataciones públicas y lucha contra la corrupción.
Una reforma educativa juega un
rol fundamental en el futuro de país, como generadora de nuevos contenidos que
reformulen valores culturales desde la niñez, como el trabajo productivo, la
coexistencia plurinacional y la defensa de los intereses nacionales o la relectura
de los símbolos históricos. El futuro deberá ser concebido como un espacio de
conocimiento, a través de la democratización tecnológica que nos permita la
inclusión en el mundo desarrollado. En el
Ecuador empezamos a vivir otra etapa y la confianza en ese país incluyente es
la clave para el desarrollo armónico de nuestra sociedad, como alternativa del
nuevo rumbo.
CORREA TERMINA SU MANDATO, CONVIENE DEMOCRACIA A LA IMAGEN DE PAIS. PERO SU VICE GLAS (CHIVO EXPIATORIARIO DE NEGOCIADOS) SOLO DURARÁ AÑO Y MEDIO A PARTIR DE AGOSTO 2013. ESAS MISMAS FUERZAS QUE PROTEGIERON Y SOSTUVIERON A CORREA, PRESIONARAN AL PRESIDENTE PARA QUE SALGA GLAS POR TANTA CORRUPCION, QUE DECADENCIA, PEOr QUE LA ERA BUCARAM, MAHUAD. este glas no es ningun experto petrolero, ES EXPERTO EN NEGOCIADOS.
ResponderEliminarCrstoval Toral.
Hey enfermo, ya deja de cambiarte el nombre para comentar en está página. Eso es no tener personalidad, haces varios comentarios ofensivos en este blog con diferentes nombres. El pueblo ya hablo y tenemos revolución para rato.
ResponderEliminarY que tiene que ver que Glas no sea experto petrolero.
ResponderEliminarQUE LO PONGAN A USTED SR. JAIRO BOHORQUEZ GUILLÉN, CON ABSOLUTA SEGURIDAD USTED ES UN CIUDADANO MAS ETICO, MEJOR !!! Glas es experto en negociados...y torpe porque se olvida de las huellas....en Guayaquil, YA LO CONOCEMOS.SOLO TRABAJARÁ COMO CHIVO EXPIATORIO PARA APERTRECHARSE DE $$$$$$$$$$$ Y REPARTIR DEMOCRATICAMENTE A LOS ALIADOS DE CORREA, ESO SI, EL PRESIDENTE NUNCA SE ENSUCIARÁ SUS MANOS.
ResponderEliminarJ. Andrés Coppiano