Por Leonardo Parrini
El hombre que debe conducir a
la Iglesia Católica, el poder más omnipresente del mundo, renuncia reconociendo
su “falta de fuerza para ejercer adecuadamente el ministerio Petrino”: Joseph
Alois Ratzinger, -conocido como el Papa Benedicto XVI-, nacido en Marktl am
Inn, pequeña ciudad de Baviera, en el sur de Alemania un sábado santo 16 de
abril de 1927. Josehp, que fue el tercer hijo de Josehp Ratzinger, funcionario
de la policía y su mujer María, se reclutó de adolescente en las Juventudes
Hitlerianas, como alumno del seminario, y durante la Segunda Guerra Mundial
prestó servicios en una batería antiaérea del ejército alemán de Adolfo Hitler.
Ratzinger fue elegido Papa en el
2005, luego de la muerte del polaco Karol Wojtyla –Juan Pablo II- de quien
fue su hombre de confianza y sucesor. Benedicto XVI gobernó ocho años en el Vaticano, periodo
que se caracterizó por graves escándalos al interior de la iglesia católica apostólica
romana. El papado de Ratzinger estuvo marcado desde el inicio por la polémica cuando,
pocos días antes de ser elegido pontífice número 265, declaró que la Iglesia
que iba a dirigir era “esa barca que hace aguas, en la que hay tanta
inmundicia".
Sus palabras resultaron ser
premonitorias, luego de que durante su gobierno la institución católica dio
muestras de abusos sexuales contra menores cometidos por clérigos en diferentes
países, y el robo y filtración de documentos reservados del Pontífice y de la
Santa Sede desde la Curia Roma. Ratzinger, calificó esos hechos como "delitos tan atroces"; sin
embargo, no pudo impedirlos y, a la postre, su renuncia al cargo con un peso
imposible de sobrellevar, habla de su impotencia ante la grave situación.
En círculos eclesiásticos abundan
los comentarios sobre la renuncia papal. Hugo Araujo, vicario de la Diócesis de
Santo Domingo, afirmó que le sorprende que se trate de empañar a la Iglesia con
supuestas injurias: “Los católicos tenemos la certeza de que el Papa deja el
cargo debido a la edad y no por un escándalo de pedofilia como insinúan los no
creyentes”. No obstante, en su momento, Ratzinger había reconocido ante
los hechos de pederastia en la Iglesia que amenazan con quebrar la confianza en la institución: "Hoy vemos de una forma realmente
terrible que la mayor persecución de la Iglesia no proviene de los enemigos
externos, sino que nace del pecado dentro de la propia Iglesia".
La lucha por el poder
La historia del Vaticano
durante los últimos ocho años del gobierno de Benedicto XVI,
muestra una situación interna en la que “el perdón no sustituye a la justicia”,
según las propias palabras de Ratzinger, quien denunció que “la iglesia tiene
una profunda necesidad de aprender la penitencia, de aceptar la purificación,
de aprender el perdón y la necesidad de justicia".
La lucha interna por el
poder en el Vaticano deja al descubierto una trama de intrigas que sacude al
entorno del Papa y que es, de hecho, una verdadera guerra entre dos grupos por
la sucesión papal. Una secuela de situaciones en la que “se mezclan temas
financieros, ambiciones personales, viejos conflictos, conexiones con lo peor
de la política local, protagonizada, en su mayoría, por cardenales de origen
italiano. Es una “guerra italiana”. Esa rivalidad se conoció por el caso Vatileaks,
con la filtración de documentos comprometedores sacados a la luz pública por un
funcionario cercano al Papa Benedicto XVI, su mayordomo Paolo Gabriele,
quien fue arrestado por filtrar documentos que mostraron “conjuras
palaciegas, negocios turbios, intrigas propias de una novela de Agatha Christie
en el corazón del gobierno central de la Iglesia Católica”.
Los hechos denunciados llevaron a la destitución
del banquero papal, Ettore Gotti Tedeschi, forzado a renunciar un día antes del
arresto del mayordomo pontificio, por falta de claridad en el manejo del Instituto
di Opere per la Religione (IOR), el Banco del Vaticano ya manchado de misterios.
Gotti Tedeschi, había sido convocado por el Papa, en el 2009, para dar
transparencia a las finanzas vaticanas, porque el banquero, del Opus Dei, se
negó a que el IOR salvara de la bancarrota al hospital católico San Raffaele,
de Milán, colapsado por manejos turbios. El Papa renunciante, que tuvo que lidiar
con estos graves acontecimientos, complicó más la situación política y económica del
Vaticano cuando en el 2006 declaró -motivado por sus tendencias conservadoras- que
el islam era una religión “malvada e inhumana”, lo que desató la ira de
ciudadanos no católicos que se sintieron ofendidos por sus comentarios
difamatorios.
En el fondo de la realidad del
Vaticano se agitan aguas turbias, movidas por dos fracciones en lucha: Una es
ciegamente fiel al cuestionado secretario de Estado, Tarcisio Bertone, número
dos del Papa, al que consideran culpable de la deriva de la barca de Pedro. La
otra es muy crítica y antagonista de la primera y que responde a la vieja
escuela diplomática, liderada por el decano del Colegio Cardenalicio y ex
potente secretario de Estado, Angelo Sodano.
Josehp Ratzinger ha dicho: “lo
sucedido ha entristecido mi corazón, pero jamás he tenido duda de que, a pesar
de las debilidades del hombre, las dificultades y las pruebas, la Iglesia está
guiada por el Espíritu Santo, y el Señor jamás le hará faltar su ayuda y la
apoyará en su camino”. Sus palabras caen en el vacío y motivan rechazo de quienes
“llegaron incluso a acusarle de encubridor”. Desde la izquierda se le acusa de
conservador, de inflexible en la ortodoxia de la Iglesia y de frenar las
medidas innovadoras, y desde la derecha de ser demasiado débil y de no gobernar
con mano dura. Ante la renuncia de Benedicto XVI, agobiado por las tormentas
internas de la iglesia que dirigió, con pena y sin gloria, bien caben las proféticas
palabras de Cristo: por sus obras los conoceréis.
Eso se veia venir....y como la misma biblia lo dice: no quedará piedra sobre piedra donde no entre la luz del sol. Tambien esta en Panambrita hindu. Tanta es la podredumbre que ya no se puede mas, este Papa afecto las relaciones con otras religiones.
ResponderEliminarMAS INFORMACION ACERCA DE LA CORRUPCION EN LA CUPULA DEL VATICANO EN:
ResponderEliminarEL MUNDO. CORRUPCIÓN, LAVADO DE DINERO Y LAS INTERNAS FEROCES
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-213961-2013-02-16.html
CREADOR
ResponderEliminarPor: Jairo Bohórquez Guillén
En el sexto día creó Dios al
hombre
para que señoree sobre todo lo
existente.
Y viendo,
que el hombre descansaba
placido y tranquilo
tomó una de sus
costillas
quitándole sosiego,
expulsándolo
sobre la humedad de sus aguas.
Después,
ya no hubo más
manzanas, peras
duraznos, sandias
higos, ni aceitunas
tan solo sudor amargo
bajando de sus sienes.
Saboreó la tierra
labrada con sus manos
con sus pies
con su espalda
con llaga entre los labios.
Entonces,
fue paria en sus dominios.
Caminó sin brújula,
infierno ni cielo
construyendo y desconstruyendo
su propio paraíso.
Pisada por pisada
tiempo por tiempo
minuto por siglos
olvido por olvido.
Perdido en la memoria
de la inmensidad
su propia historia.
Sus dominios
no eran suyos
vio como las olas
borraban sus huellas
y hombres alados
volar entre las estrellas.
Al final,
Cansado, sintiéndose pequeño
bajo la tempestad de lo
inexplicable
no fue el sexto día
ni el séptimo
o el octavo
tan solo uno de tantos
para explicar lo que no entendía
en su peregrinación
decidió crear un ser superior.
Lo llamó Dios.
Pero, el hombre quiso
ponerlo en un lugar distinto
Intocable para el mundo.
Le dio una corona
lo sentó en trono de oro
rodeado de seres similares.
No lo puso en un paraíso
para ser expulsado.
No le quitó la costilla
lo hizo completo.
Ahí quedó
Ahí sigue…