Por Leonardo
Parrini
La historia de las marchas convocadas por la oposición guayaquileña que
lidera el Alcalde Jaime Nebot tiene antecedentes, más allá de lo que el propio organizador
quisiera reconocer. Un cable de WikiLeaks revela que la embajada de los Estados
Unidos en Ecuador siguió de cerca el desarrollo de la convocatoria a la marcha
del 11 de febrero del 2010, a la que no le veía “claro futuro de sus demandas políticas”.
La convocatoria reunió a miles de personas que reclamaron la devolución de 17
millones de faltante de las rentas municipales, cuya responsable señalada fue
la Ministra de Finanzas de entonces, Maria Elsa Viteri, según crónica de prensa
publicada en el diario costeño El Universo.
El cable de WikiLeaks,
clasificado confidencial con el número 248733, menciona que si el pretexto fue
un tema económico, la marcha tuvo el propósito político de expresar un “rechazo total
al gobierno de Correa y su concepto del socialismo del siglo XXI”. El cable
hace mención a las acciones organizativas previas a la marcha: “el Municipio de
Guayaquil puso a disposición de los manifestantes el transporte público, pautó
anuncios en los medios de comunicación y contó con el respaldo de empresarios
que le dieron la tarde libre a sus empleados”. En tanto el Gobierno, través de
la Gobernación, hacía esfuerzos por evitar la manifestación. En la tarima el
Alcalde Nebot esgrimió un discurso “cargado de malas palabras y sin guión
aparente”, según el cable, vendiendo la imagen de un lider no “golpista”. No
somos incendiarios vulgares, ni revolucionaros, tampoco somos cobardes, lucharemos
hasta el fin contra el dictador, dijo Nebot en aquella oportunidad.
Un hecho destaca
el cable: el ex presentador de televisión Carlos Vera, convertido en activista político,
dijo al cónsul general Francisco Fernández que él incitó a Nebot para que diera
un mensaje discursivo dirigido a “una audiencia nacional”, junto a otros
opositores, pero el Alcalde se negó y salió solo a dar el discurso. Al final
del día, la Embajada norteamericana habría señalado que estos actores “carecen
de una visión unificada y de un líder capaz de unir todos los elementos
disparejos de la oposición”.
Una historia calcada
Hoy la historia
se repite. El pretexto de protestar contra la Ley de herencias y la Ley de patrimonio,
maquilla el fondo de la intención de “desestabilizar al régimen de Correa”. El
Presidente ecuatoriano sostiene que el alcalde Nebot "defiende sus
intereses y los de su gallada" al invitar a marchar, y volvió a desafiar a
Nebot para que se presente a las elecciones presidenciales del 2017 donde
aseguró que le ganará, "incluso en Guayaquil”.
Mientras eso se
decía en el Palacio de Carondelet, en la Asamblea Nacional se ha iniciado una investigación
que reclama aclaraciones sobre los gastos por concepto de organización de la
marcha en los que habría incurrido el Alcalde guayaquileño. La asambleísta Gina
Godoy exhortó a Nebot a que informe a la ciudadanía “sobre los importantes
gastos que se realizan para promocionar la marcha de oposición, convocada para
este jueves 25 de junio en esta urbe porteña”. La parlamentaria señaló que se hace
eco de “interrogantes planteadas por la ciudadanía y es quién está cubriendo
los gastos de esa convocatoria. Hemos escuchado importantes cuñas en radio y
televisión, eso tiene un costo bastante alto y la ciudadanía merece tener una
respuesta a esa interrogante”.
En Guayaquil se
conoce que los transportistas “han sido obligados a pegar en la parte posterior
de sus buses una propaganda adhesiva con la leyenda Guayaquil protesta,
auspiciada por el Alcalde opositor”. La pregunta del momento: ¿Es esta la forma
de responder a la sugerencia de diálogo propiciada por el Presidente Correa, o está
en marcha una escalada desestabilizadora para acabar con el régimen? Una cosa esta clara: los organizadores de la marcha,
incapaces de unir a toda la oposición no se muestran tampoco muy lúcidos para
decirnos a dónde vamos. Un volador de luces, sin norte definido.
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