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lunes, 2 de marzo de 2015

ABSTINENCIA SEXUAL ADOLESCENTE: ¿DE ESPALDAS A LA VIDA?


Por Leonardo Parrini

La política es el arte de hacer que las cosas sucedan. Cuando una política pública promueve la omisión por sobre la acción, acusa por anticipado una merma en el grado de su influencia. Esta parece ser la falencia de las políticas relacionadas con la ex Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención de Embarazo Adolescente y de Planificación Familiar (Enipla). La política de este instrumento estatal se enfrentó a un problema de salud pública no resuelto: el embarazo adolescente en el Ecuador se incrementó en un 74%, uno de los más altos de la región sudamericana. El tema no es preocupante desde un punto de vista moral, sino práctico, porque supone un impacto en la calidad de vida de la madre-niña que afecta “catastróficamente sus proyectos de vida, la mantiene en situación de pobreza, retarda su escolarización y acceso al mundo laboral”, según la analista Mónica Mancera Acosta.

La problemática del embarazo adolescente en Ecuador había sido abordada con algunas acciones de resultados insuficientes. Campañas de educación sexual, métodos anticonceptivos y planificación familiar que han mostrado ser ineficaces a la hora de canalizar la actitud y actividad sexual de los adolescentes. Esta realidad fue heredada de un pasado conservador que abordó el tema con prejuicios, más no con sabiduría. Fruto de un sistema político, cuyas estadísticas en materia reproductiva, se salieron del control de las autoridades.

Hoy el manejo de estrategias de la cultura sexual adolescente está en manos de una nueva figura política: Plan Familia Ecuador, que reemplaza por decreto presidencial a la desaparecida Estrategia Nacional Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención de Embarazos en Adolescentes (Enipla). Dicha estrategia, según el Presidente Correa, “no cumplió con el objetivo de reducir los embarazos en adolescentes". Las políticas públicas de la ex Enipla, se resumen en algunas acciones que han sido cuestionadas por no constituir una respuesta a la altura de las circunstancias: sacar de circulación los materiales educativos que hacen referencia al placer por considerárselos hedonistas. Estimar que las relaciones sexuales, en diversas formas, son un peligro y no un derecho humano de los adolescentes. Entre otras medidas satanizadas está el uso de anticonceptivos por considerárselos métodos inseguros e irresponsables. Soslayar, olímpicamente, a los grupos adolescentes homosexuales, lesbianas, bisexuales y travestis, de los planes de educación sexual, por considerar que su conducta sexual no se la debe exponer como natural o normal cuando corresponda a una diferente identidad de género respecto de su sexo biológico. 

Según las estadísticas oficiales entre 2010 y 2014, el embarazo de mujeres entre 15 y 19 años disminuyó del 60,61% al 56,08%. Sin embargo, los embarazos en adolescentes entre 10 y 14 años subieron en ese período de 1,98% a 2,16%. Como paliativo el mandatario ordenó una nueva estrategia consistente en la abstinencia sexual de los adolescentes como alternativa para prevenir los embarazos. La medida tendría un tenor orientador de no ser porque está cargada de un moralismo a todas luces reñido con una visión científica del tema que, en lugar de prejuzgar, ayude a orientar y planificar la conducta sexual adolescente. Correa esgrimió el argumento de que la anterior estrategia del Enipla promovió el “hedonismo más puro y más vacío: el placer por el placer” y provocó que los adolescentes, en lugar de acudir donde sus padres para hablar sobre sexualidad, fueran a los centros de salud para buscar información y métodos anticonceptivos”. Resulta, por decir lo menos, cuestionable que el mandatario sancione una medida de control natal arguyendo de que se la practica en busca de placer. ¿Qué es sino la sexualidad, una opción de plenitud física y espiritual del ser humano? La sexualidad -segun expertos- es fuente de comunicación y se manifiesta principalmente en tres áreas: biológica o genital; erótica relacionada con la búsqueda de placer; y moral, expresada en valores o normas aceptados. ¿Por qué se considera oficialmente el placer como una condición reñida con las buenas las costumbres? Esta postura, simple y llanamente, encaja en las más recalcitrantes y retrogradas concepciones fundamentalistas religiosas que consideran al cuerpo humano como un signo del mal y a las prácticas sexuales como un pecado.   

La nueva estrategia del Plan Familiar Ecuador promovida por el Estado y regentada por la funcionaria Mónica Hernández, ex responsable de Enipla, según la propuesta presidencial, estaría basada “en valores” que brinden “educación y asesoría en afectividad y sexualidad tomando como punto de partida a la familia y el desarrollo de todas las dimensiones de la persona”. El plan pretende influir en 1,2 millones de adolescentes en el país (el 74% del total) y 1,7 millones de niños (el 71% del total), además de crear una "escuela para padres" que llegará a 840 mil familias, el 20% del total del pais.

La parte embarazosa del tema

La abstinencia sexual es una propuesta que ha demostrado su fracaso en otras latitudes por estar de espaldas a la vida. El “anacronismo científico, social y político”,  de promover la abstinencia sexual, encuentra raíces en una postura que refleja incomprensión acerca del comportamiento juvenil, sus motivaciones afectivas y conductas sexuales. Prohibir nunca ha sido mejor que proponer. En la práctica la nueva política deberá dar respuesta adecuada a una realidad insoslayable: 17 de cada cien adolescentes entre 15 y 19 años es madre en el Ecuador, país que ocupa el segundo lugar entre los países andinos con un mayor índice de embarazos adolescentes. A ello se suma un riesgo mayor de muerte entre las adolescentes, así lo confirman las cifras: las niñas de 15 a 19 años tienen hasta un 28% más de posibilidades de riesgo de morir en el embarazo. Habrá que esperar que en la práctica la nueva estrategia de la abstinencia sexual entre los adolescentes de sus frutos. Ante la duda, me abstengo.

No deja de ser contradictorio que el Presidente Rafael Correa, que ha demostrado ser un transformador en varios otros aspectos de la vida nacional, se refugie en los sectores más conservadores de la sociedad para implementar la política pública sobre salud reproductiva de las adolescentes. El derecho de los jóvenes, en edad de pubertad, a una vida sexual sana no debe confundirse con el hedonismo a ultranza, y a éste con el pecado capital de la sociedad. El Estado está llamado a regentar políticas con sentido fáctico para el conjunto social, sin distingos de credos ni de ideologías. En tal sentido, está obligado a representar a todas las concepciones sobre temas atingentes a la sociedad. El Estado gobierna para todos, no desde una trinchera en particular, en este caso conservadora. Esto es un síntoma antidemocrático, por más tentadora que parezca la idea de mantenerse en los márgenes cómodos de lo políticamente correcto. Aquello redunda en demagogia y falta de liderazgo. Dos ingredientes explosivos a la hora de solicitar los apoyos populares.

2 comentarios:

  1. No conozco a nadie que se haya muerto por no tener relaciones sexuales.

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  2. Tenemos derecho a una vida sexual plena y sana,Educarnos, educar e informarnos es una responsabilidad!

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