Por Leonardo Parrini
La declaración del Papa sobre el porcentaje
de pedófilos existente en la Iglesia católica se inscribe entre las noticias
insólitas de los últimos días. El Papa afirmó que, “según datos fiables que
le han proporcionado sus colaboradores, el porcentaje de pedófilos en el seno
de la Iglesia es del 2%". Con esta afirmación el prelado desató la polémica
dentro y fuera de organización religiosa.
“Como Jesús, usaré el bastón
contra los curas pederastas…incluso obispos y cardenales; y otros, todavía más
numerosos, dijo el Papa. La confesión del lider católico encontró la reacción
de Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, que afirmó que esas declaraciones
“no pueden ser atribuidas al Papa". Visto a la luz de la lógica, causa sorpresa la
contradicción entre el jefe de la iglesia y su portavoz, puesto que el manejo
de imagen organizacional de la iglesia católica queda en entredicho, por el
simple hecho de evidenciar inconsistencia informativa.
“Muchos de mis colaboradores
que luchan conmigo contra la pederastia me aseguran con datos fiables que
calculan la pedofilia dentro de la Iglesia al nivel del 2%. Esto tendría que
tranquilizarme, dice el Papa-, pero no me tranquiliza en absoluto. Lo considero
más bien gravísimo. El 2% de los pedófilos son sacerdotes e incluso obispos y
cardenales. Y otros, todavía más numerosos, saben pero callan. Me parece que
esta situación es insostenible y mi intención es afrontarla con la severidad
que requiere”. El pontífice, preocupado por la situación moral de la sociedad, afirma
que la corrupción se da al interior de la familia y que “esta lacra también
existe dentro de la iglesia”.
Frente a la controversia
contradictoria motivada por la doble versión sobre un mismo hecho, el Vaticano debería
aclarar cuáles son las fuentes que dan
como resultado la conclusión de que en el seno de la Iglesia católica los
pedófilos representan el 2% de sus miembros. ¿Qué mecanismo se utiliza para establecer
dicha estadística, existen encuestas que confirmen la cifra? ¿Opera en el
interior de la iglesia una suerte de inteligencia
en capacidad de filtrar correspondencia, intervenir llamadas telefónicas,
acceder a cuentas digitales de donde pudiere obtenerse la información para
concluir en las mencionadas estadísticas?
En
relación a coexistencia de mafias
vinculadas a la Iglesia que fueron puestas de manifiesto en Oppido Mamertina,
un pueblo de Regio Calabria donde una imagen de la virgen fue detenida en señal
de reverencia frente a la casa de uno de
los capos de la mafia calabresa, Ndrangheta, el Papa aseguró que sus denuncias
“contra la mafia serán constante”. El papa en días anteriores había dictado
excomunión de la mafia porque es “adoración del mal y desprecio del bien común”.
En Italia
operan cuatro mafias organizadas: la Cosa Nostra siciliana, la Sacra
Corona Unita de Puglia, la Camorra napolitana y la Ndrangheta
calabresa— esta última es la que más ostentación hace de sus vínculos con la
Iglesia y su devoción cristiana, “lo cual no le impide robar, amenazar,
extorsionar y asesinar cuando le conviene”. La voluntad papal de combatirlas es
un hecho destacable, por su rasgo de valentía, considerando que esta lucha
tiene antecedentes sangrientos en crímenes de la mafia cometidos en contra de
prelados que la han combatido. En 1993, la Cosa Nostra puso bombas en dos iglesias de Roma
y asesinó en Palermo al sacerdote Pino Puglisi.
La nueva corriente de la iglesia representada por un Papa que rompe el protocolo tradicional de discutir puertas adentro asuntos de trascendencia eclesiástica, se topa aun con una fuerte corriente conservadora dentro de la propia iglesia que trata de echar una cortina de humo sobre sus propios pecados. Habrá que ver hasta donde el látigo del Papa es capaz de sanear a los fariseos casa adentro.
La nueva corriente de la iglesia representada por un Papa que rompe el protocolo tradicional de discutir puertas adentro asuntos de trascendencia eclesiástica, se topa aun con una fuerte corriente conservadora dentro de la propia iglesia que trata de echar una cortina de humo sobre sus propios pecados. Habrá que ver hasta donde el látigo del Papa es capaz de sanear a los fariseos casa adentro.
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