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lunes, 29 de julio de 2013

LA ÚLTIMA JUGADA DEL CHUCHO


Foto El Comercio
Por Leonardo Parrini

Qué dificil conjugar este verbo terrible: murió Christian “Chucho” Benítez, goleador histórico de la Selección de Fútbol del Ecuador. Qué insólito decir que su joven corazón lo venció en una última jugada. Y qué dificil eludir los sustantivos, convertidos en calificativos: baluarte del fútbol, hermano grande, ser humano ejemplar…

La patria está de luto, decretó el Presidente Rafael Correa, quien calificó la muerte del puntero izquierdo ecuatoriano de “tragedia nacional”. La noticia se regó por el mundo, confusa al comienzo, inapelable después. La posible causa, un paro cardio respiratorio en el contexto de un cuadro de peritonitis. Qué frágil es la vida, aun para los más fuertes, para un atleta de élite, Chucho Benítez, joven futbolista de 27 años en la cúspide de su carrera, la muerte no tuvo tregua.   

Un buen día Christian Benítez, nacido en Pichincha, Ecuador, con sólo diez años de edad se integró al club quiteño El Nacional acompañado de su madre, según recuerda su primer entrenador Orlando Narváez. El técnico lo evoca como “un niño muy pícaro y vivaz, los defensas no podían pararle por su vivacidad”, superando todas las instancias de formación futbolística en el club.

La gloria le sonrió temprano al Chucho. Luego de una vertiginosa carrera iniciada el 2004 en el club El Nacional, en 2007 se integra al fútbol mexicano. Allí milita en los clubes Santos Laguna y América, donde deja una secuela de 103 goles y cuatro títulos como el máximo goleador de la temporada 2013.

La fama rodea su figura exaltándola hasta los más altos niveles de la gloria deportiva, con un destacado séptimo sitial como anotador sudamericano. Su prestigio rebasó las fronteras continentales. Hace apenas unos días había fichado en el club qatarí El Jaish SC, donde haría una temporada signada por el éxito deportivo y económico.

En la cúspide de su trayectoria, Christian Benítez, con el once en la espalda, era el baluarte en la delantera de la Selección Ecuatoriana de Fútbol, de cara al mundial Brasil 2014. Su ausencia es un vacío humana y futbolísticamente insustituible. A su partida deja sin consuelo a su mujer y a sus dos hijos:“Te encargo mucho a mis hijos. De esto no voy a poder salir, siento que me muero”, dijo en entrevista con ESPN Liseth Chala, quien compartió las últimas palabras de Christian Benítez.

Hoy, en homenaje póstumo por su prematura muerte, la cancha principal de la Casa de la Selección llevará el nombre de Christian Chucho Benítez. La misma gramilla donde el delantero de la Selección abrigó grandes ilusiones con la tricolor del alma. Su entrenador, Reinaldo Rueda lo convocará, una vez más, para fortalecer en la arenga deportiva a sus compañeros de lid. Por el simple hecho de que Chucho “era el jugador que ponía la alegría y la armonía del grupo cada vez que se concentraban, como un ser humano tan especial, tan noble, tan leal para la Selección y para nosotros. Siempre fue lumbrera y catalizador con su calidad humana”.

La vida, que suele ser tránsito efímero para nosotros los mortales, es un camino ancho para quienes trascienden, más allá, en la memoria colectiva de su pueblo. Esa senda inicia hoy Christian Benítez. Hasta siempre Chucho, hermano grande, como siempre te anticipaste a la jugada; y ahora, en la gramilla de la eternidad, harás la última finta genial y así sortear para siempre el olvido.

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