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lunes, 7 de diciembre de 2015

LA CONTRARREVOLUCIÓN VENEZOLANA

 
Por Leonardo Parrini

La oposición en Venezuela se rebela contra 16 años de chavismo. La derrota oficialista en las elecciones parlamentarias de ayer, tiene toda la fuerza de una alerta nacional, cuya advertencia se veía venir ante los reiterados errores del gobierno venezolano. El resultado electoral, considerado un plebiscito, implica que “la crisis económica, la inseguridad o la persecución a los dirigentes opositores han sido motivos suficientes para que la sociedad haya dicho basta y optado por un cambio en el mapa político del país”.

Al mismo tiempo, puede ser que se cumpla lo que denunciaron antes del resultado electoral los miembros del gobierno: el fin de las conquistas sociales. O en todo caso, el retorno de los perseguidos y la liberación de la dirigencia detenida, luego de las protestas callejeras del primer semestre del 2014. Este “nuevo ciclo de vida”, -como lo llaman los opositores al chavismo-, se hará realidad con la gestión de la nueva mayoría parlamentaria opositora al régimen de Nicolás Maduro.

El triunfo electoral de la contrarrevolución venezolana tiene varias lecturas, y se produce dos semanas después de la derrota de la revolución del siglo XXI en Argentina, con el triunfo presidencial de Mauricio Macri, candidato de la derecha sureña, ante el oficialista Daniel Scioli. El resultado de estos procesos electorales confirma que en Venezuela “confluyeron bajo un mismo paraguas, el de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un crisol de partidos políticos que van desde el centro izquierda hasta la derecha más conservadora”.

La guerra económica como la denomina Maduro, dio como ganadora a la oposición venezolana, proceso que según el historiador ecuatoriano, Juan Paz y Miño, permitió al pueblo venezolano medir luego de 16 años, los esfuerzos de la reconstrucción conservadora. Dicho proceso constituye, para el analista, un riesgo en América Latina, después de lo que ocurrió en Argentina, además de ser una oportunidad de oro para constatar que, electoralmente, ya no es un camino lo que antes era de golpismo y violencia. En ese camino se evidenciaron tres enemigos de la revolución llanera: los empresarios y las elites adineradas, el imperialismo y cierto medios de comunicación  privados que libraron una batalla diaria en medio de una crisis que alimentó la desesperanza y la desazón popular.

El futuro de Venezuela

El historiador Paz y Miño manifiesta que podría suceder lo que ya ocurrió antes en Ecuador con un Congreso opositor: una pugna de poderes.  Ese es el riesgo que se cierne en Venezuela. Por el contrario, la existencia de un Congreso venezolano con apoyo al gobierno de Maduro, garantizó la gobernabilidad de ese país. Ahora se abre el camino a la desobediencia civil, una posición contraria a la tendencia de América Latina que busca consolidar las democracias.

Los antichavistas se valieron de un ambiente de crisis aupada por la campaña sostenida de los medios de comunicación opositores, convertidos en actores políticos. A eso hay que sumar el desabastecimiento de productos generado en plena guerra económica desatada por los empresarios venezolanos. A lo que hay que agregar, “la inflación, cierta escasez, el sabotaje eléctrico, la burocratización alimentada a menudo por ineficacias y corrupciones, y hasta errores administrativos o políticos que perjudicaron la imagen del Estado”.    

En mirada del historiador Paz y Miño, dada a la realidad venezolana hace algunos meses, se confirma hoy que un factor es concluyente: “en Venezuela se comprobó que tampoco bastan la organización y la movilización populares; ni solo la decidida acción gubernamental con beneficios indudables como las Misiones, atención en salud, educación, vivienda, bienestar colectivo, etc. Tampoco es suficiente el manejo económico. Pesan -y mucho- los errores, el burocratismo, la ineficacia, la inseguridad, etc., que enseguida son aprovechados por los opositores para explotar descontentos y unirlos a las acciones desestabilizadoras”. Ese es el germen de la contrarrevolución venezolana en marcha.  

1 comentario:

  1. la corrupción, sobre todo, ha sido el germen de la contrarrevolución ciudadana del siglo XXI en Ecuador. Ese fue el detonante para sacar a Mahuad y Agdála, para que huya Gutiérrez y no veo motivo para que no provoque el des-enamoramiento de la población respecto a Rafael Correa...

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