Por Leonardo Parrini
Como en los días más candentes de la guerra
fría las relaciones occidente oriente están en su máximo punto de tensión por
la situación de Ucrania. La guerra no declarada en la ex república soviética de unos 45 millones de habitantes, enfrenta el
ejército ucraniano a la población pro rusa, con un saldo hasta el momento de medio centenar de
víctimas. La crisis amenaza con convertirse en la papa caliente de la política exterior
norteamericana y rusa, si no se avizora, a corto plazo, una solución pacífica al
conflicto.
Ucrania es un país con
una economía
centrada en la extracción de recursos naturales en las regiones del este, cerca del Mar
Negro. Alrededor del 5% de los depósitos mundiales de mineral de hierro se
encuentra en Ucrania. Aquí también hay bauxita, plomo, cromo, esteatita, oro,
mercurio, níquel, titanio, uranio y zinc; además de que se han descubierto
reservas de petróleo y gas en el Mar Negro que pertenece a Ucrania. La región más rica de este país, la península de Crimea, es un lugar
en donde la mayoría de la población es de ascendencia rusa. El trasfondo de la crisis comenzó con la
negativa del gobierno ucraniano, en noviembre del 2013, de llegar a acuerdos con
la Unión Europea y su intención de estrechar lazos con Rusia. Si bien la
situación política se encuentra en un punto muerto, la crisis en las calles de la capital Kiev está al rojo vivo
con recientes enfrentamientos que dejaron 17 muertos
La guerra en
curso en Ucrania tiene varios componentes indebidamente informados por la
prensa occidental. En las últimas horas se sabe que se combate en las ciudades de Semenovke y Slaviansk, en las cuales se reportan severos enfrentamientos
militares en las proximidades de una estación de televisión local. Alexánder Turchínov, presidente
autoproclamado de Ucrania, admitió en una entrevista
televisiva que los vecinos de las regiones del este "apoyan a los separatistas", lo que "obstaculiza significativamente el desarrollo del operativo
antiterrorista".
Fuentes oficiales
confirmaron el derribo de dos helicópteros Mi-17,
en Slaviansk, donde murieron 13 agentes de la CIA transportados en las
aeronaves. Los helicópteros fueron alcanzados por fuego del Batallón de
Artillería Antiaérea de la 25ta Brigada Aerotransportada Dnipropetrovsk del
ejército ucraniano se habría pasado al lado proruso. Las acciones de la CIA en
la región son de dominio público. El periódico Bild de Alemania, publicó que la
agencia que actúa en Ucrania, recibió al director de la CIA John Brennan que
arribó a Kiev en secreto. Al día siguiente, Verkhovna Rada, portavoz del
golpista Alexander Turchínov anunció una operación “contraterrorista” a gran
escala en el sudeste de Ucrania. La operación tiene como fin infundir terror
entre los pueblos de la región apoyando a fuerza neonazis que operan en Ucrania.
El
fantasma de Odessa
Una de las acciones silenciadas por la prensa
occidental se refiere al incendio provocado el 2 de mayo en la Cámara de
Cooperativas de Odessa, lugar donde se refugiaban cientos de personas de las cuales
40 resultaron muertas por efectos del
fuego. Un sobreviviente relato las escenas de horror vividas en el interior del
inmueble Había muchas mujeres, los ancianos, que habían venido a traer drogas. Muy
pronto, un cóctel Molotov voló a través de la ventana, el fuego comenzó en el
pasillo. Hubo un extintor de fuego, pero no ha podido localizar el inicio de un
incendio. Con una docena de personas nos refugiamos en una oficina, que era llena de humo negro y no había aire, todos en el suelo, donde permaneció el aire
respirable. En una muestra de humor negro circulo un cartel con la imagen de
una persona calcinada firmado como KFC titulado El rey del pollo frito.
Un ajedrez peligroso
En el trasfondo del conflicto los analistas identifican
los “planes de la CIA para arrastrar a Rusia a una guerra con Ucrania para
luchar contra Moscú con las manos de Kiev”, según sostiene el presidente del
Instituto de Estrategia Nacional, Mijaíl Rémizov. Los EE.UU sin duda están
jugando en el lado de Kiev. Su tarea consiste en celebrar las elecciones
presidenciales, asegurarse el control del nuevo gobierno en el país. Eso, por
así decir, es la punta del iceberg. Se pretende arrastrar a Rusia a una confrontación
militar, mientras que EE.UU, la Unión Europea y la OTAN actúan tras bambalinas del
golpe de Estado que impuso el gobierno de facto en Ucrania. Esta es la situación
que la prensa libre de Occidente silencia, o manipula, en favor de una geopolítica
que se propone desestabilizar la región.
Rusia denuncia
que, “pese a la existencia de pruebas que vinculan a ultranacionalistas
ucranianos con el incendio, los medios occidentales difunden informaciones
falsas relacionadas con el incidente”, reveló el diario Bild. Agentes
estadounidenses están ayudando al gobierno golpista de oficio en Ucrania para
"luchar contra el crimen organizado", en el sureste del país, según el
periódico alemán. El Partido Comunista Ruso ha manifestado: El presidente de Ucrania de
facto, ya ha dado a entender, que a partir de ahora la Alianza del Atlántico
Norte OTAN, considerará a Rusia su adversario y continuará su agresiva política
expansionista, dirigida contra nuestro país. Lo dicen de un modo abierto, sin
ningún retoque diplomático. Declaraciones en el mismo tono, vienen de boca de
los principales líderes occidentales. Ese empeoramiento irreversible de la
relaciones con Occidente, es un hecho que ya se ha producido y que es
imprescindible que tengamos en cuenta.
Para muchos observadores existe un “sabor
amargo de la política del siglo XXI, pues a pesar de que el mundo nunca ha sido
tan globalizado y seguro como en la última década, la comunidad internacional
no podría estar más lejos de proveer un sistema capaz de prevenir que las
potencias mundiales impongan su política a ambos, sus amigos y enemigos” En ese
ajedrez jugado entre occidente y oriente se encuentra la situación de Ucrania, cuya
guerra es la ficha candente de un juego de imprevisibles consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario