Por Leonardo Parrini
La Supercom mandó a rectificar una caricatura
de Bonil, por considerarla que faltaba a la verdad de los hechos. La caricatura original en cuestión narra, en una secuencia de
tres cuadros, cómo la fuerza pública allana la casa de Fernando Villavicencio e incauta
computadores. Para el experto internacional José Enrique Finol, vicepresidente de la Asociación
Mundial de Semiótica, la imagen constituye “un pronunciamiento político”. El
caricaturista rehace la caricatura en una historieta cargada de ironía, rayando
en el sarcasmo, según el semiólogo
internacional.
El analista en semiótica
dijo a la Agencia Andes que “Este primer
texto me parece que intenta presentar a un gobierno democráticamente electo, a
unas instituciones, como si fueran fascistas. Aquí hay unos símbolos de las
botas, de los guantes, que buscan presentar un acto legal, realizado según una
decisión de unos tribunales, como si fuese un acto de atropello fascista: el
hecho de derrumbar la puerta sobre las personas, las botas, (…) esta suerte de
saqueo de la residencia de un ciudadano, pareciera extralimitarse en la función
crítica constructiva que tendría una caricatura”.
El semiólogo Finol, director del Laboratorio
de Investigaciones Semióticas y Antropológicas de la Universidad de Zulia, que
fue invitado por el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Comunicación
(Cordicom), manifestó que no se trata de una caricatura, sino trata de
un “pronunciamiento político”. “Es una
lástima que aunque la crítica política no escapa de la actividad de los
caricaturistas, ellos son individuos que enriquecen el debate político, creo
que el texto aquí presentado se convirtió en un mensaje eminentemente de una
parcialidad política en la que se perdió la función de la crítica humorística”.
La rectificación
El experto mundial
señaló, en referencia a la rectificación,
que ésta reitera el mensaje de la
caricatura original porque está cargada de ironía que raya en el sarcasmo: “En la rectificación me parece que hay una
ironía excesiva que pasa a ser sarcasmo. Una de las funciones retóricas de la
ironía es decir lo contrario de lo que se expresa. Esta segunda caricatura (la
rectificación), cuando utiliza la ironía, al invertir el significado ratifica
la primera caricatura. De manera que la rectificación pareciera ratificar lo dicho
en la primera caricatura”.
Según el diccionario
de la lengua española Rectificar significa corregir, enmendar o perfeccionar
una cosa ya dicha o hecha. Corregir o modificar una persona su propia conducta,
opinión o comportamiento. Los sinónimos de la palabra rectificar pueden ser corregir, modificar, reformar, rehacer,
retocar, enmendar, transformar, reparar, remediar, ajustar. Y el antónimo es
uno sólo: ratificar.
¿Rectificó o ratificó, Bonil, en su segunda caricatura
el mensaje de la caricatura original?
Roland Barthes dejó escrito que una imagen
puede ser encadenada a un texto para direccionar el sentido de ambos. Toda imagen es polisémica; implica, varios significados, entre los cuales el lector puede elegir algunos e ignorar los
otros, señala Barthes. Por tanto, una imagen polisémica puede ser anclada por
un texto para significar lo que el texto quiere significar. En ese caso el mensaje lingüístico guía,
no ya la identificación, sino la interpretación. En algunas historietas, destinadas
a una lectura, el mensaje está confiado principalmente a la palabra, ya que la
imagen recoge el carácter estereotipado
de los personajes. Se hacen coincidir entonces imagen y texto para dirigir y orientar el mensaje.
Las caricaturas de Bonil no rectificaron el significado
del texto que continuaría conservando el mismo sentido, según el experto Finol.
Caricatura original: Policía y Fiscalía allanan domicilio de Fernando Villavicencio
y se llevan documentación de denuncias de corrupción. Caricatura rectificación: Policía y Fiscalía allanan domicilio de Fernando Villavicencio,
e incautan sus tablets, computadores, celulares. Este texto unido a la imagen de la segunda caricatura, y apoyado por los textos del parlamento interior de los cuadros, conformaría un mensaje cargado de ironía que, en lugar de rectificar, lo que hace es ratificar el sentido del mensaje original, concluye Finol.
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