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lunes, 17 de junio de 2013

CIBERESPIONAJE: ¿GIGANTES DE INTERNET FILTRAN DATOS DE USUARIOS?

FotoReuter
Por Leonardo Parrini

Una ciber cacería de brujas queda al descubierto con nuevas revelaciones sobre tráfico de datos de compañías tecnológicas a los archivos de los organismos de seguridad norteamericanos. Con el argumento de “investigar robos” y delitos relacionados con desaparición de niños, Apple ha revelado que “las agencias de seguridad de los Estados Unidos le han solicitado los datos de cerca de 5.000 personas” este fin de semana. La orden proveniente de autoridades policiales federales, estatales y locales de EE.UU, relacionadas con “investigaciones de la seguridad nacional”, afecta, según la compañía, a unos diez mil usuarios de la marca de la manzana mordida. Esta cifra forma parte de un banco de datos que contiene información confidencial exclusiva de grandes proporciones, si se considera que los registros de Apple guardan los antecedentes personales de 400 millones de tarjetahabientes en el mundo. 

La sistemática búsqueda de información por parte de las agencias norteamericanas de inteligencia, pone en serio entredicho la privacidad que debe existir en Internet, toda vez que a la orden emitida a Apple se suman los requerimientos de información a Google, Facebook y Microsoft, lo que conforman unas 50 mil órdenes para que estas empresas “abrieran a las autoridades de seguridad los datos cibernéticos de esas personas”, de las cuales 10.000 órdenes fueron emitidas a Facebook y 7.000 a Microsoft. 

Apple niega “una investigación abierta y generalizada sobre su base de clientes”, y asegura que las peticiones están siendo analizadas por sus equipos legales y de haber “inconsistencias” son negadas: "Nuestro equipo jurídico evalúa cada solicitud y, en función de ella, consideramos si la petición es apropiada o no. Sólo si es apropiada, damos información de la cuenta”.   

La compañía que afirma haber considerado siempre en primer lugar la privacidad de sus clientes, reconoce que “hasta el 6 de junio jamás había oído hablar del programa PRISM del Gobierno de los Estados Unidos, para espiar en Internet y que, al igual que otras empresas de Internet implicadas, niega rotundamente cualquier colaboración voluntaria con dicho programa”. La compañía en un comunicado ha afirmado que “hay ciertas categorías de información que nos piden que no podemos proporcionar, porque ni siquiera las tenemos”. Dicha información se relaciona con sus programas iMessage y FaceTime, un servicio de mensajería y llamadas en directo que mantiene sus comunicaciones encriptadas, sin que sea posible tener acceso sus archivos. 


El imperio contraataca

La privacidad es un bien intangible vital para el negocio de las compañías de comunicaciones en la actualidad. Sin ella se rompe la burbuja de confianza que debe existir entre sus servicios y los usuarios. El diario The New York Times reveló la “secreta batalla judicial” que mantuvo y perdió Yahoo “contra las autoridades estadounidenses para no tener que brindar información sobre sus usuarios a PRISM, el programa de ciberespionaje usado por el país norteamericano para prevenir actos terroristas. Según la publicación, el equipo de abogados de Yahoo arguyeron ante una corte secreta en Washington, que “entregar datos de sus usuarios al gobierno era un acto inconstitucional”. La corte, sencillamente, falló en su contra y consideró que, “dadas las implicancias en la seguridad nacional”, Yahoo “debería obedecer o, simplemente, romper la ley y atenerse a las consecuencias. 

¿Es aceptable en el ámbito del derecho internacional, que se supone regula la ciberinformacion mundial, que un país, en este caso EE.UU, pueda acceder a nombre de su seguridad nacional a la vida privada de millones de personas? Esta es una interrogante que pone en el tapete un tema de fondo mucho más grave: los tentáculos de la guerra fría librada ahora en el espectro del ciber espacio “contra el terrorismo”, no difiere de las propias prácticas terroristas reñidas con una elemental ética y respeto al derecho humano a mantener la privacidad". 


¿Qué duda hay que la contraofensiva de los aparatos de inteligencia y espionaje de los EE.UU, están protagonizando su propio capítulo del Imperio contraataca? Luego del fracaso de la inteligencia norteamericana que posibilitó el S11, sus agencias no se detienen ante nada en la consecución de sus propósitos. Sólo que esta vez el ataque a la vida privada de las personas no está montado en la tramoya de un set hollywoodenses, ni los espías son guapos agentes maquillados de héroes antiterroristas, sino todo lo contrario: el montaje internacional del ciberespionaje puesto en marcha, muestra el rostro más funesto del sistema capitalista postmoderno.

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