martes, 25 de febrero de 2014

EL NUEVO VECINO DE LA PLAZA GRANDE


Por Leonardo Parrini

La Plaza Grande de Quito, escenario de los tres poderes: el gubernamental en Carondelet, el municipal en la Alcaldía Metropolitana y el eclesiástico en La Catedral, tiene nuevo vecino: el flamante nuevo alcalde electo de Quito, Mauricio Rodas. Se trata de un emergente político que sacó del sillón municipal a su actual huésped en fácil lid electoral, en la que a juicio de observadores el “nuevo outsider de vieja escuela, apostillando un discurso francamente elemental, edulcorado por sus curtidos chefs del marketing político, no tuvo que esforzase mucho para instalar el "anti" necesario y suficiente para derrotar a Barrera en Quito, y por extensión, al Gobierno, en el mismísimo corazón político del Ecuador”.

No obstante el ácido perfil, una elemental norma de convivencia dicta que entre los habitantes de un mismo barrio deben existir buena vecindad y cívico entendimiento. Así lo han comprendido el Presidente Rafael Correa y Mauricio Rodas. El nuevo Alcalde de Quito ha prometido frente a sus partidarios: "Soy un demócrata y siempre lo seré, como Alcalde de Quito mi único objetivo será servir a los quiteños", además agregó que tiene toda la “disposición para trabajar coordinadamente con el Ejecutivo”. El Presidente Correa, ha manifestado que "por supuesto colaborará con él. Está en la ley, jamás vamos a perjudicar a la ciudadanía de Quito, pero entendamos lo que está en juego, no es el servicio a la ciudad, es una punta de lanza para tratar de parar a la revolución ciudadana, sabemos de lo que hablamos, si una buena virtud tengo, es saber los escenarios futuros y ojalá no me equivoque, pero es raro que me equivoque en estas cosas”.

¿Podrá la vida, al margen de las buenas intenciones, hacer realidad este buen entendimiento en beneficio de la ciudad o se trata de otra versión de pernoctar cerca del enemigo?

En la hoja de vida del alcalde electo se lee: Mauricio Rodas, nació en Quito el 15 de abril de 1975. Hijo de Gustavo Rodas, abogado cañarense, y Victoria Espinel Elizalde. Ex alumno del colegio Intisana (Quito), terminó la secundaria en la Unidad Educativa Tomás Moro. Allí ocupó la presidencia del Consejo Estudiantil. Casado con la venezolana María Fernanda Pacheco Púnceles, con quien procreó tres hijos. Apasionado de la lectura también le gusta la música; toca el piano y en su juventud integró la banda de rock Tabú. Tiene maestrías en Ciencias Políticas y Administración de Gobierno de la Universidad de Pensilvania. Además estudió jurisprudencia en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Entre el 2007 y 2011 fue fundador y director de la Fundación Ethos, organización sin fines de lucro que realiza análisis y diseño de políticas públicas para América Latina. En el 2013 fue candidato a la Presidencia de la República por el movimiento Suma y se ubicó cuarto lugar con un 3,90% de votos. A finales de 2013 se postuló a la alcaldía de Quito en la alianza entre los movimientos Suma-Vive.

Los vínculos de Rodas

Indagando en fuentes alternativas -Prensa Latina, entre otras- se encuentra que Mauricio Rodas, cuando terció como candidato a la Presidencia del Ecuador en el 2013, presentó la propuesta Modelo de Gobierno Responsable que según dijo fue una iniciativa de la fundación Ethos (Centro de Investigación en políticas públicas para América Latina con sede en México) junto con la participación de académicos y expertos con experiencia práctica en gobiernos de diferentes países. En esta organización aparece relacionado con el escritor y columnista venezolano antichavista, Moisés Naim, “miembro del directorio de la NED; del Foro Económico Mundial, Director del Banco Mundial y ex ministro de Comercio del gobierno neoliberal del venezolano Carlos Andrés Pérez".

Se conoce que entre los financistas de Ethos estarían organizaciones como el Foro Económico Mundial, la National Endowment for Democracy (NED) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), principales agencias financieras de Estados Unidos que alimentan a los grupos opositores de los gobiernos izquierdistas en América Latina. Durante el año 2011 Mauricio Rodas presentó el llamado Índice Ethos “sobre la pobreza que ubicaba a Ecuador en el penúltimo lugar. La entonces Secretaría de Comunicación “demostró que los índices que exhibía Rodas eran de 2006. Entre otras cosas, se basaban en encuestas de percepción, se mezclaban indicadores de diferentes años sin ninguna lógica”. El índice, según se dijo, intenta “eliminar las disputas entre izquierda y derecha para promover un acuerdo y un nuevo modelo de gobierno”. No obstante, los contactos políticos de Rodas incluirían a Enrique Krauze, “historiador e intelectual de extrema derecha, un fanático del libre mercado, opositor acérrimo de la izquierda latinoamericana y con marcadas posiciones de tendencia fascista y racista”. El venezolano Henrique Capriles, opositor al régimen chavista y de conocidos nexos con el colombiano Álvaro Uribe, cuyo asesor es el venezolano J.J. Rendón “que tiene orden de detención de la Interpol en Venezuela y El Salvador, por cargos de violencia sexual”.

Según observadores políticos, “Mauricio Rodas forma parte de esta alianza tácita de la derecha latinoamericana para volver al poder, a través del financiamiento de organizaciones vinculadas a la CIA como la NED y USAID”. Rodas representa “apenas una pieza del poderoso engranaje ganador, montado con muchos recursos sobre una gran plataforma mediática”. Rodas dice ser centrista-progresista, ha comprometido un proyecto político que proclama la baja de impuestos, sin que se diga nada sobre la reducción del gasto social o privatización de muchos servicios básicos. Ese engranaje no descarta la misión delineada por la derecha regional de disponer de un nuevo patrón de candidato de derecha de siempre, “ahora presentada en versión amigable-light-moderna”. Como representante de esa derecha, Rodas es la mirada de “un Quito privatizado, privatizador y privador, en el que los espacios públicos y los servicios básicos son para quienes pueden pagarlos”, según el ex canciller ecuatoriano Kinto Lucas.

De alguna manera, todo este panorama sintoniza con una denuncia hecha por el Presidente Rafael Correa, en el sentido de que Ecuador está amenazado por la extrema derecha latinoamericana y mundial al igual que Venezuela y Argentina. “Miren lo que está pasando en Venezuela y Argentina, -señaló Correa- es el mismo guión del que quieren réplicas aquí, con los mismos financistas del extranjero, que quieren dar golpes de estado blandos”. El Presidente agregó que “esa es la derecha latinoamericana y mundial, la que está amenazando a Ecuador”. Por sus obras los conoceréis, dice una sabia máxima bíblica. El perfil del nuevo vecino de la Plaza Grande se irá “calibrando” con el tiempo, “en tanto sea capaz de cumplir con sus ofertas electorales, y sobre todo, en la medida en que sepa responder a la ambiciosa agenda represada de sus padrinos políticos”.

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