martes, 4 de febrero de 2014

HOLLYWOOD, OSCURO PARAISO DE LA DROGA



Por  Leonardo Parrini

La muerte del actor norteamericano Philip Seymour Hoffman, encontrado sin vida con una aguja en su brazo y varios paquetes de heroína con el logo de un 'As de pica' (As de corazón negro), deja al descubierto el lado oscuro de la sociedad cinematográfica norteamericana. El actor norteamericano se inyectó “una mezcla de heroína pero que además contiene fentanilo (un fármaco entre 75 y 125 veces más potente que la morfina)”.

Según informes del sitio Radar online, Philip Seymour Hoffman gastaba USD 10.000 mensuales en heroína, y con anterioridad ya había sido sometido a terapias antidrogas en sitios de rehabilitación. En el transcurso de este año la policía norteamericana reportó la muerte de 22 personas por injerir sobredosis de heroína y fentanilo.

Las drogas duras son el pan de cada día entre la comunidad cinematográfica de Hollywood, un largo historial de adictos así lo confirma. Detrás del glamour se descubre un aspecto poco conocido del mundo del cine norteamericano, el drama de actores y actrices que desembocan en el consumo de drogas para paliar la crisis existencial de sus vidas, con carreras truncadas, según observadores. Al parecer ese es el caso de Philip Seymour Hoffman, de 46 años, no obstante su anterior éxito cinematográfico.  

¿Ángeles caídos o drogadictos consuetudinarios?

La muerte más célebre del cine norteamericano por efecto de drogas es, sin duda, la de Marilyn Monroe, encontrada sin vida a sus 36 años, en noviembre de 1962. Aun cuando su muerte sigue rodeada de misterio, no era un secreto su habitual consumo de barbitúricos, la droga de moda de ese entonces. La diosa del cine habría muerto por una dosis letal de tranquilizantes.


Según repotes de prensa "en 1966, el mundo del cine perdió a otra de sus grandes estrellas, con el fallecimiento de Montgomery Clift por un ataque al corazón provocado por el uso excesivo de alcohol y narcóticos. La misma suerte corrió Judy Garland, que fue encontrada muerta en el lavabo de su casa tras ingerir una gran cantidad de somníferos en 1969". En la década de los años 80, John Belushi, actor y cantante componente del dúo The Blues Brothers, sucumbió en 1982 a una sobredosis de heroína y cocaína.


En el mes de enero del 2008 Heath Ledger actor australiano de 28 años de edad murió por sobredosis de antidepresivos que los habría combinado erróneamente. Ledger llegó a recibir un Oscar póstumo por su actuación en  The Dark Knight. En otra ocasión una sobredosis acabo con la vida de River Phoenix, actor en My Private Idaho.

El glamoroso mundo de cine hollywoodense esconde entre bambalinas la historia de celebridades que cayeron presa del consumo de drogas y que hoy se baten en dura lucha contra la adicción. Tal es el caso de Drew Barrymore, la niña de "ET", confesó que ser niña prodigio le convirtió en “adicta a las drogas, pero la actriz de 38 años ha conseguido enderezar su vida y mantiene una discreta carrera en Hollywood, donde suele trabajar sobre todo en comedias”.

Robin Williams (62 años), el amable psicólogo de Good Will Hunting fue  alcohólico y adicto a la cocaína. Luego de algunos años de recuperación recayó en el consumo en 2003, para luego volver a recuperarse en sesiones  Alcohólicos Anónimos en la actualidad. La actriz Wynona Ryder de 42 años, fue una estrella sorprendida, en el 2001, robando en una tienda de almacenes, luego fue formalmente acusada de posesión de drogas medicinales y robo.

Y en el plano de éxito de Iron Man su protagonista Robert Downey Jr., logró zafarse del consumo de estupefacientes, tras años de ocupar las páginas de los periódicos por escándalos bajo efecto de las drogas. Downey de 48 años incluso estuvo en la cárcel por su adicción, pero su resurgimiento del mundo de las drogas lo mantiene vivo luego de confesar que a los ocho años ya era adicto al alcohol.

La muerte de las celebridades del, aparentemente, idílico mundo del cine estadounidense hace suponer que no todo lo que brilla es oro, también puede ser el destello de la vida truncada por la ansiedad de una sociedad deshumanizada en un oscuro paraíso de la droga.

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